El internet y las redes sociales no solo han cambiado la forma de comunicarnos, sino que también de relacionarnos sexualmente, siendo el sexting prueba de aquello.

Como lo menciona en una canción el comediante Bo Burnham en su reciente y aclamado especial de Netflix, Inside, “no es sexo, es la siguiente mejor opción”.

En concreto, el sexting consiste en el intercambio de mensajes o archivos audiovisuales de contenido sexual —o derechamente pornográfico— a través de dispositivos móviles.

Si bien muchos pueden considerarlo inadecuado, lo cierto es que esta tendencia puede resultar beneficiosa no solo para algunas parejas, sino que también para la salud mental de las personas.

Beneficios del sexting

Según relató la doctora en Psicología Nicole K. McNichols en la revista Psychology Today, un estudio colaborativo entre distintas universidades de EEUU reveló que el sexting trae consigo bastantes beneficios.

Uno de ellos era “la retroalimentación positiva y la atención que recibieron los participantes como resultado de sus ‘sextos'” y que, por ende, reforzaba el amor propio.

“¿Qué es mejor para tu autoestima que saber que has encendido con éxito a tu pareja? Sin embargo, una minoría sustancial de remitentes describió este aumento de la autoestima como superficial, trivial y/o transitorio”, apuntó la psicóloga.

Inside | Netflix
Inside | Netflix

Otro beneficio que arrojó la investigación fue la gratificación sexual. El 16.8% de los 1.265 encuestados informaron excitación sexual, masturbación, orgasmos o encuentros sexuales físicos mejorados como resultado del sexting.

“Algunos describieron el envío de un ‘sexteo’ como el ‘juego previo antes de verse’ o como un encuentro sexual en sí mismo. Alrededor del 7.4% de los participantes creían que enviar un ‘sexto’ explícito aumentaría las posibilidades de un encuentro sexual en vivo con el destinatario”, añadió McNichols.

En esta línea, un tercer “plus” del sexting que develó el estudio es el fortalecimiento de la confianza dentro de la relación de una pareja.

Flickr (CC)
Flickr (CC)

“Algunos explicaron que enviar fotos de desnudos, y presumiblemente la respuesta agradecida de su pareja, construyó una sensación de seguridad y confianza en su relación”, detalló la profesional.

La psicóloga agregó que algunos participantes también relataron que usaron el sexting “como una herramienta para mantener la intimidad emocional y el interés sexual en relaciones a largo plazo o a larga distancia, la receta perfecta para mantener las cosas calientes durante una pandemia”.

Por último, McNichols expresó que esta práctica “puede permitir sentimientos de empoderamiento sexual” y también ser divertido, “pero de una manera que se siente menos vulnerable”.

Precauciones

Como todo en la vida, el sexting tiene sus beneficios pero también su lado “b”, del cual también hay que preocuparse.

Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, conversó con Página 7 sobre este punto y partió comentando que esta tendencia “no puede ser un reemplazo del verdadero encuentro que se necesita en una pareja”.

“De mantenerse la exclusividad del contacto amoroso de manera virtual, se estaría entrando a un amor neurótico que terminaría afectando a la pareja”, advirtió.

Marchant señaló que el sexting está recomendado para aquellas personas capaces de poner límites, llegar a consensos y que cuenten con la madurez afectiva suficiente para realizar este tipo de actividades.

“En personas que tienen problemas con el control de sus impulsos y no miden consecuencias, es una herramienta que puede afectar seriamente la honra de las personas debido al mal uso de la información”, añadió.

Nicole K. McNichols, en su columna de Psychology Today, también aborda esta temática. “Una vez que un mensaje o imagen se envía digitalmente, está ahí para siempre. Esto podría significar un desastre si el mensaje llega al teléfono de la persona equivocada o es reenviado”, recalcó.

“El sexting puede ser genial, pero tiene sentido comenzar lentamente y asegurarte de conocer y confiar en la persona con la que estás ‘sexteando'”, concluyó.