Una particular situación se registró en Argentina, en medio de una actividad del presidente Alberto Fernández, quien visitaba la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea).

Fue allí cuando una mujer, identificada como Daniela Molina, se acercó a la comitiva e imploró a las autoridades que los niños vuelvan a las clases presenciales, suspendidas por la pandemia de COVID-19.

“Los niños necesitan ir a la escuela, por favor se lo pido. Si usted llega al gobernador, si usted llega al ministro, por favor se lo pido”, fueron los ruegos de la cordobesa, que incluso se arrodilló para ser escuchada, consignó La Nación.

“Dígale que la mamá de Rodrigo le pidió. Los niños no pueden estar haciendo gimnasia dentro de una habitación, no pueden estar haciendo música dentro de una habitación”, agregó a su desesperado pedido.

Asimismo, Daniela, quien más tarde se supo que pertenecía a a la agrupación Padres Organizados, indicó que esta decisión de mantener las escuelas cerradas “le está haciendo mal a la cabeza de nuestros hijos”.

Entrevistada por Telenoche, la mujer sostuvo que “me salió del alma arrodillarme, fue un acto que normalmente como profesional se hubiese visto mal, pero la idea es que los niños tengan voz a través de nosotros, sus padres“, explicó, de acuerdo a lo informado por BioBioChile.

Respecto a qué sintió cuando vio el video, el cual se viralizó en redes sociales, manifestó que “sentí vergüenza, sobre todo por mi hija, que no se avergonzara de su madre. Pero hubo mucha gente que me hizo sentir muy bien”.

La educación iguala y la virtualidad expone la desigualdad. Hay materias como Música, Educación Física y Computación que sí o sí necesitan al docente con ellos”, acotó.

Cabe señalar que las localidades de Córdoba que tienen menos de 30 mil habitantes fueron autorizadas, desde esta semana, a abrir las puertas de sus escuelas.

Argentina registra 4,4 millones de casos de COVID-19, y más de 92 mil muertes a causa del virus.