Un gran impacto ha generado el crimen protagonizado por Tomás Gimeno, de 37 años, el cual fue denominado como el ‘Monstruo de Tenerife’, luego que desapareciera el pasado 27 de abril con sus dos hijas Anna y Olivia en España.

Según detalla prensa internacional, el hombre se llevó a las menores de edad, luego que no se las entregara a su madre tras zarpar desde el puerto de Santa Cruz, en una lancha de su propiedad.

Tras jornadas de búsqueda, el cuerpo de la pequeña Olivia fue encontrado sin vida, mientras su hermana aún no ha sido encontrada.

En ese contexto, Beatriz Zimmermann, la madre de las menores de edad, escribió una sentida carta. “Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano. Y que aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo sino lo contrario. Que trascienda en amor para los niños en forma de protección, educación y respeto”, dijo.

“Su alma está con todos nosotros”

Sobre el actuar de su expareja, la mujer comentó que fue  “el acto más monstruoso que una persona puede cometer. Ahora son dos ángeles que vinieron al mundo para enseñar una gran lección a costa de sus propias vidas”, informaron medios internacionales.

“Como madre me duele el alma no haber podido salvarles la vida. Ojalá hubiera estado allí en ese momento con ellos, tomados de la mano y muriendo juntos. Pero eso no podía pasar porque Tomás quería que yo sufriera buscándolos sin descanso y por el resto de mi vida. Esa fue la razón por la que me dejó con vida”, expresó.

Con respecto al hallazgo del cuerpo de Olivia, Beatriz lo describió como “un milagro”, causado por la “energía” y “amor” de quienes compartieron el hecho.

Cabe señalar que la hija mayor fue encontrada a más de 900 metros bajo el mar. “Cuando me contaron la noticia mi mundo se derrumbó a mi alrededor y aunque Es muy difícil, al menos ahora puedo llorar su pérdida y sentir a mis chicas a mi lado en todo momento, sentirlas al despertar, al desayunar, todo el día, hasta el momento en que me acuesto ”, manifestó.

“Puede que hayan muerto en cuerpo, pero su alma está con todos nosotros para siempre, ayudando a tener más conciencia, amor y respeto por nosotros”, concluyó.