Una de las características más peligrosas del abuso y maltrato psicológico es que no siempre resultan tan evidentes. De hecho, quienes realizan este tipo de agresión recurren a una técnica denominada ‘luz de gas’ (gaslighting, en inglés), que lleva a las víctimas a cuestionarse su propio juicio y percepción de la realidad.

¿Por qué esta técnica en particular? La ‘luz de gas’ les permite conseguir y retener el poder en la relación, a costa de disminuir la confianza de su pareja con el paso del tiempo. Así, la otra persona creerá que su interpretación de los hechos no es correcta, convenciéndose de que el maltratador tiene siempre la razón.

“Las personas que no saben argumentar su punto de vista con autenticidad o ser fieles a su palabra recurren a la luz de gas como herramienta”, explicó a The Huffintong Post la psicóloga Shannon Thomas, autora de Healing From Hidden Abuse (Sanación del abuso oculto).

“Recurren a tácticas como esta para generar confusión, y eso es un síntoma de la debilidad de su carácter”, añadió.

En esa línea, la psicoterapeuta Beverly Engel, autora de The Emotionally Abusive Relationship (La relación emocionalmente abusiva), aseguró que el maltratador usará esta técnica para no asumir la responsabilidad de sus malas acciones. “Por ejemplo, acusarte de coquetear o de ser infiel puede ser una pantalla de humo para que no te fijes en lo que él sí está haciendo”, advirtió.

luz de gas manipulación
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Frases recurrentes

A través de estas y otras voces de especialistas, se publicó una lista de seis frases muy comunes entre los maltratadores psicológicos, con el fin de que puedan ser identificadas y detenidas a tiempo.

1. “Eso nunca ha pasado”

Lisa Ferentz, especialista en tratamiento de traumas, señaló que los maltratadores psicológicos usan la ‘luz de gas’ de la siguiente forma: dicen o hacen cosas y luego las niegan rotundamente para generar duda en la otra persona.

La víctima empieza a cuestionarse sus propios instintos y pasa a fiarse más de la ‘realidad’ creada por el manipulador. Cada vez se vuelve más dependiente de él”, indicó.

2. “Qué mala memoria tienes”

“Todo el mundo tiene pequeñas lagunas de vez en cuando y no se acuerda de determinados detalles de una conversación de hace tiempo. Eso es normal”, aseguró la psicóloga Shannon Thomas.

“Sin embargo, estos maltratadores psicológicos ponen en duda la memoria de su víctima en múltiples situaciones y niveles. Muchas veces lo consiguen porque la clave de la ‘luz de gas’ es hacer que la víctima dude de sí misma. Cuando una víctima ya no se fía de sí misma, el maltratador la tiene completamente bajo su control”, agregó.

3.- “Eres demasiado sensible”

Cuando la víctima trata de expresar una decepción o resentimiento por algo que le ha dicho su pareja, esta tratará de minimizar o invalidar su emoción, aludiendo a que su reacción es exagerada. El objetivo es hacerla sentir estúpida por tratar de defenderse a sí misma.

“Cuando el maltratador derrumba la capacidad de la víctima de confiar en sus propias percepciones, esta accede a soportar la conducta abusiva de su pareja y permanecer en la relación”, explicó Beverly Engel.

4.- “Estás loca y no soy el único que lo piensa”

El cuestionamiento del propio juicio es algo que, con el tiempo, el agresor usará para su propio beneficio.

“Una vez que la víctima se queda sin autoestima, el matratador ‘confirma’ su peor temor: ‘debe de ser verdad eso de que estoy loca'”, comentó Ferentz, trabajadora social.

Incluso, puede que el maltratador quiera convencer a familiares y amigos de su víctima de que es mentalmente inestable. Así puede desacreditarla y distanciarla de su círculo cercano.

“Esto reduce las probabilidades de que alguien se crea la versión de la víctima; las desconectan de los recursos que las ayudarían a escapar”, advirtió también la especialista.

5.- “Siento mucho que pienses que te he hecho daño”

Lejos de ser una disculpa, se trata de una estrategia para evadir su responsabilidad y culpar a la víctima por malinterpretar la situación.

La psicóloga B. Nilaja Green explicó que “la víctima puede empezar a creer de verdad que es demasiado sensible o irracional y pasar a confiar más en la interpretación ‘precisa’ y ‘razonable’ del maltratador que en la suya propia”.

6.- “Si ya sabes cómo me pongo…”

Por último, una frase común en la aplicación de la ‘luz de gas’. Es una manera de culpar a la víctima y eludir su comportamiento abusivo.

“La ‘luz de gas’ implica retorcer los hechos para evitar culpas y responsabilidades”, aseguró Thomas. “Al decirle a la víctima que debería haber sabido lo que iba a pasar, el maltratador la culpa no solo por intentar plantarle cara, sino también por la reacción que ha provocado en él“, concluyó.