El Estudio Nacional de Discapacidad realizado en 2015 determinó que en Chile hay 49.812 personas mayores de 18 años con ceguera total, y 1.845.309 personas con pérdida de visión que eventualmente podrían ser usuarios de perros guía en el futuro.

La mayoría de estos pacientes con discapacidad visual están en situación de vulnerabilidad, pues su condición genera un alto índice de dependencia en el diario vivir. Pensando en ayudarlos, Gustavo Serrano creó en 2009 Fundalurp, una fundación que ofrece tratamientos psicológicos y rehabilitación funcional.

Hasta 2012, los chilenos podían postular para traer un perro guía de Estados Unidos, pero esa posibilidad se cerró. Por lo mismo, desde la fundación consideraron necesario abrir la opción en tierras nacionales.

La normativa es súper dura para poder instalar una escuela de perros guía. Debe ser una institución que lleve años trabajando en la discapacidad visual, porque la ley nos exige ser parte de la Federación Internacional de Perros Guía, y dentro de los requerimientos también pide un entrenador con 10 años de experiencia“, explicó Serrano.

Como en Chile no había existido nunca una escuela de perros guía, era difícil tener un profesional que cumpliera con esas características. De esa forma, se contactaron con la holandesa Brit Lamberts, que llevaba 25 años en el rubro.

La mujer incluso vivió unos años en Uruguay, donde aportó en el desarrollo de su primera escuela canina. En abril de 2017, aceptó la invitación de Fundalurp y se vino a nuestro país para iniciar el mismo proyecto.

Brit Lambers Perros guía
Fundalurp | Escuela de perros guía

Gastos y obstáculos

Los gastos económicos y de tiempo no son menores. El solo entrenamiento del animal dura de 6 a 8 meses. Por otro lado, debe haber un proceso de selección de los padres del perro, que inicialmente debe pasar por un período de adaptación de un año en casa de una familia voluntaria (se les llama puppy raisers).

Hay 4 razas que están aceptadas, según estudios, para ser perros guía: labrador, golden retriever, pastor alemán o el poodle gigante (que es más difícil de adiestrar, pero sirve para las personas alérgicas a los pelos de los otros perros).

De cada 10 perros, máximo 4 van a cumplir las especificaciones para ser perro guía, explicó Gustavo Serrano en conversación con Página 7. En esos casos, los animales se entregan a familias que tienen alguna persona con otro tipo de discapacidad.

Así ocurrió, por ejemplo, con Alma, una de las primeras cachorras entrenadas en Chile. Hacia el final del proceso, se dieron cuenta de que tenía problemas de audición, y finalmente se quedó con un niño autista.

Perros guía
Contexto | Pixabay

La pandemia

Como partieron en 2018, hasta el momento solo han entregado dos perros. En noviembre de 2019, en pleno estallido social, la instructora holandesa se fue por estrés y otros temas personales. Desde marzo, cuando llegó la pandemia, la fundación está esperando que pueda ingresar al país un nuevo profesional norteamericano que contactaron.

“Estamos con retraso, pero a todos nos ha golpeado la pandemia. Hemos podido generar menos fondos… El entrenador está actualmente en Australia y no ha podido viajar, pero seguimos adelante”, explicó el presidente.

El instructor, de hecho, ha ido enseñándoles una vez a la semana, de manera gratuita y online, a los entrenadores que se preparan en Chile. “Estamos viendo qué perros son los mejores, a cuáles hay que enseñarles algunas cosas más, pero es lento el avance que se puede lograr a esta distancia”, lamentó Gustavo Serrano.

“Nosotros ponemos la vida en los ojos y patas de un perro, por lo tanto ese perro tiene que sí o sí estar muy bien entrenado”, concluyó.