Una investigación de décadas podría haber encontrado una solución para el tratamiento de las cicatrices, las que para más de una persona puede ser un enorme problema estético.

Dependiendo del nivel de gravedad, hay heridas que son imposibles de borrar. Aunque eso podría acabarse, ya que expertos crearon un fármaco que estimula el crecimiento de la piel normal para que no queden registros después de una unión por puntos.

Según afirma el portal de Stanford Medicine,  “el tejido cicatricial no tiene folículos pilosos ni glándulas sudoríparas y es inflexible y más débil que la piel”.

Además, el texto detalló que las lesiones “pueden limitar la capacidad de nuestro cuerpo para moverse y adaptarse a los cambios de temperatura”. Es por esto que no se trata de eliminar una marca, sino crear un tejido funcional para el cuerpo.

El autor principal del estudio, Michael Longaker, expresó que la solución surgió hace 34 años cuando en 1987 apoyaba a otro científico mientras realizaba análisis en fetos, en donde intentó explicar por qué las heridas de aquellos se curan sin dejar marca.

“Desde entonces, mi investigación se ha expandido a muchas otras áreas. Pero el intento de comprender la formación de cicatrices siempre ha sido un área de interés activo”, dijo.

Situación similar ocurre con las personas mayores, es por esto que determinaron que la elongación o elasticidad de la piel, puede ser un factor fundamental en la regeneración.

Por ende, los expertos buscan que no se haga una unión por puntos, aunque ésta es la manera más rápida de sanar, para así evitar cualquier infección.

Alentadores resultados

Apuntando a reducir las fuerzas en cada borde de un corte que busca curarse, esa tensión es la que finalmente genera las marcas, el cual es provocado por un gen denominado engrailed.

“Este ayuda a crear una proteína que a veces se encuentra en los fibroblastos, un tipo de célula de la piel que genera cicatrices”, detallan los científicos, indicó Fayerwayer.

Utilizando un fármaco llamado verteporfina se podría bloquear el mencionado gen, el cual ya ha tenido pruebas exitosas en ratones de laboratorio.

Finalmente, Michael Longaker señaló en que “una herida debe haber tres cosas para que la cicatrización sea una verdadera regeneración. La piel debe tener glándulas y folículos pilosos normales, debe tener una apariencia normal bajo un microscopio y debe ser tan fuerte como la normal”.

Lo primero que nos sorprendió fue todo el cabello de la lesión curada. También pudimos ver glándulas normales y demostramos que la piel era tan fuerte como la sana”, cerró.