Un crimen ocurrido en 1984 tuvo su cierre recién este 2021, 37 años después, luego que se confirmara la confesión hecha por el asesino responsable de la muerte de Virginia Hannon.

El caso nos remonta a la década de los 80, a la casa de Hannon, una mujer viuda que vivía sola en la ciudad de Pembroke en Reino Unido. El 12 de febrero de 1984 un desconocido ingresó a su hogar para atacarla, apuñarla en más de 7 ocasiones y dejarla muerta en su cama, en un hecho catalogado como ‘brutal y violento’.

La Policía local no pudo dar con su agresor y la pregunta que surgió fue por qué quiso matarla. El primer antecedente era su herencia.

Según detalla el portal norteamericano The Patriot Ledger, Virginia Hannon había heredado 380 mil dólares (cerca de 270 millones de pesos), por lo que era un foco de atención su millonario fondo. Esto de inmediato hizo pensar como posibles sospechosos a sus familiares, pero nunca hubo pruebas concluyentes.

El hecho dejó conmocionada a la población de esta ciudad de Gales: “He dicho esto antes, pero cuando la asesinaron se podía oír que las cerraduras de Pembroke, los autos y las puertas de entrada estaban cerradas. He vivido en Pembroke toda mi vida, y la gente solía dejar las puertas sin llave y las llaves en sus autos. Pero esto cambió las cosas”, dijo el detective Cain, uno de los agentes a cargo.

Lo increíble es que la casa de Hannon fue periciada, y nunca se encontró una huella o una pista que apuntara a algún responsable. Peor aún, comenzaron a pasar los años y la Policía cada vez quedaba más entrampada con una solución del caso. Fue así como pasaron casi cuatro décadas.

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Un llamado que cambiaría todo

Fue en enero de 2020 que se revisaron algunas pruebas del ADN de Virginia, para seguir en la búsqueda de respuestas. Junto con esto, se revisó la información que había de vidrios rotos, un par de medias y toallas de papel ensangrentadas acumuladas de la carpeta de 1984.

En este contexto, la policía de Pembroke recibió el llamado de un informante diciendo que un amigo, Jesse Aylward, le confesó que había matado a una mujer en los 80. El detalle, es que esto ocurrió el día después de que este hombre falleciera.

Apenas se supo esto, se obtuvo el cuerpo de Aylward para realizar investigaciones. De manera increíble, se logró comprobar que el ADN de este sujeto, era el mismo que se encontró en las pruebas del caso.

El punto es que nunca se logró verificar si es que había algún vínculo entre el asesino y Victoria, por lo que se presume que fue para querer obtener su dinero, algo que finalmente no consiguió.

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“El ADN nos lleva a la persona, pero no necesariamente nos lleva a exactamente lo que sucedió. Siempre tengo la esperanza de que podamos obtener esa información para asegurarnos de que podamos dar una resolución final a las víctimas en estos casos. Las víctimas son algo que nunca se olvida”, dijo el fiscal a cargo Tim Cruz.

Junto con esto, pese a que Aylward tenía un pasado criminal, jamás estuvo en la cárcel por este delito. Por lo mismo, la familia cree que hay algo más oculto en este caso.

“Creo que hay más en la historia y estoy rezando para que la gente se presente. Merecemos saberlo”, explicó Judy Hannon, sobrina de Virginia Hannon, que asegura que esta confesión es solo una pieza del rompecabezas de este asesinato.

Fue así como finalmente, el pasado jueves 18 de marzo, Tim Cruz tuvo una conversación con la familia de Virginia, para entregarle todas los nuevos antecedentes del caso, y para cerrar la investigación luego de 37 años.