Más de 260 mil personas murieron a causa del terremoto de 9,1 grados Richter y posterior tsunami, que se registró en el Sudeste Asiático el 26 de noviembre de 2004.

Entre las víctimas fatales se encontraba Abip Asep, un policía que estaba de servicio la noche del 26 de diciembre en la provincia de Aceh, en Indonesia, que fue azotada por olas de hasta 30 metros de altura.

Al no aparecer nunca su cuerpo, su familia y autoridades lo dieron por muerto. Sin embargo, todo cambió hace algunos días, puesto que Asep fue encontrado internado en un psiquiátrico, casi 17 años después de la tragedia.

En conversación con New Zealand Herald, uno de sus familiares comentó que “no podía creerlo, 17 años sin noticias. Pensamos que había fallecido, no sabíamos que seguía vivo”.

Tras el hallazgo, el hombre se reunió con su familia. Eso sí, se informó que aún presenta grandes traumas psiquiátricos por la experiencia vivida en el desastre.

“Aunque está sufriendo una enfermedad mental debido al tsunami, su familia está muy agradecida de haberlo encontrado con vida”, explicó un portavoz de la Policía Regional de Aceh.

De acuerdo al citado medio, el descubrimiento ocurrió de manera fortuita, luego de que llegara una fotografía del policía en el centro psiquiátrico a un grupo de redes sociales de sus familiares.

La imagen fue enviada por su propio sobrino, el que había ingresado a trabajar a aquel recinto este mes y, al verlo, lo reconoció.

Del mismo modo, aún no se puede esclarecer cómo nadie notificó a la familia de que Asep aún estaba vivo.