De acuerdo los datos entregados por la subsecretaria de Salud, Paula Daza, cerca de 157 niños y adolescentes han tenido el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (PIMS por sus siglas en inglés).

En este contexto, detalló que la mayoría son escolares mayores de cuatro años, “que pueden presentar síntomas de dos a cuatro semanas después del caso”, afirmó.

Según explica Gustavo Ríos, Pediatra de la Clínica Ciudad del Mar a Página 7, “es una enfermedad que nos pilló de sorpresa en todo el mundo”.

Recordemos que si bien los niños y adolescentes no sufren síntomas tan graves por el coronavirus, el PIMS podría ser letal en el periodo postinfeccioso del SARS-CoV-2, es decir, cuatro semanas después del contagio.

“Este virus desencadena alejadamente del cuadro activo del contagio que tuvo el niño, una descarga de elementos inflamatorios que nosotros llamamos citoquinas, que derivan fundamentalmente de los glóbulos blancos. Esto se sobrepasa, daña los órganos y produce el PIMS“, explica el pediatra.

Similitudes con la enfermedad de Kawasaki

En este contexto, el especialista señala que el PIMS tiene muchas similitudes con la enfermedad de Kawasaki. Se trata de un trastorno que produce inflamación en las paredes de algunos vasos sanguíneos del cuerpo.

“Lo único que los diferencia, es que Kawasaki afecta a niños mucho más pequeños. Lo usual es que sea hasta los 5 años, mientras que el PIMS afecta mayoritariamente a niños y adolescentes (de 7 a 19 años)“, explicó.

Asimismo, afirmó que en los primeros países donde apareció el Síndrome Inflamatorio Multisistémico, fue confundido con la enfermedad de Kawasaki. Por ese motivo, es fundamental conocer sus diferencias.

Contexto | Revista científica Scielo
Contexto | Revista científica Scielo

Síntomas para estar alerta

De acuerdo a lo señalado por el especialista, ambas enfermedades producen fiebre prolongada (a lo menos 5 días), manchas en la piel, ojos rojos sin secreción, labios rojos, lengua “aframbuesada” (roja y con pequeños bultos), ganglios a nivel cervical e hinchazón en las manos y pies.

En el caso del PIMS, además de los síntomas mencionados, “hay gran compromiso digestivo (vómitos y diarrea) y neurológico. Hasta el 16% de los afectados pueden presentar confusión, estar más aletargados o con convulsiones“, precisa.

“Si los padres tienen a un niño con esos síntomas, con un día de fiebre alta, con manchas en la piel, ojos rojos y compromiso respiratorio, tienen que ir inmediatamente a un servicio de urgencias“, alertó.

¿Existe tratamiento?

Con respecto al tratamiento, el especialista señaló que el PIMS se trata de la misma forma que la enfermedad de Kawasaki, “con gamaglobulina endovenosa y eventualmente corticoides”.

“El mayor riesgo que puede provocar la muerte del paciente, es el compromiso del corazón. Pero a diferencia del Kawasaki que afecta más las arterias coronarias, el PIMS afecta más el miocardio“, concluyó.