Todos hemos recibido alguna vez un reto, ya sea de nuestros padres, profesores o jefes, por ejemplo, y probablemente nosotros también hemos reprendido a alguien.

La pregunta que cabe hacerse es si es mejor que esto se haga en público o en privado.

Luis Pino, académico de la Escuela de Psicología de Universidad de Las Américas, explicó a Página 7 que “los errores o no lograr un objetivo son parte elemental y esencial del ser humano y, por lo tanto, del proceso de aprendizaje; aprendizaje en la amplitud de la vida”.

En este contexto, expresó que “yo podría señalar al menos tres dimensiones donde podríamos ejemplificar eso: a nivel laboral, de pareja y de crianza o nivel familiar”.

Nivel laboral

Pino comentó a nuestro sitio que a nivel laboral, pensando en el cumplimiento de objetivos de una organización, o trabajo en equipo, “si nosotros nos centramos en los errores de un colaborador o un par, lo más probable es que estaremos al mismo tiempo obstaculizando el logro de objetivos”.

“Lo importante es reforzar la forma ideal de hacer el trabajo y no centrarse en los errores del trabajo, lo que sería la psicología positiva, es decir, poner en positivo las acciones. Por ejemplo: ‘en otro momento se podrá lograr mejor (el objetivo)'”, comentó el especialista.

Y añadió que al liderar se debe “mostrar la forma correcta de realizar un trabajo y buscar las instancias y estrategias para retroalimentar”.

Por otra parte, Karina Navarro, psicóloga infantil de Vidaintegra, también explicó por qué no es bueno retar.

“Si uno es un trabajador, viene mi jefe y me reta uno se siente intimidado. La relación cambia, aparecen las ganas de irse del lugar, las defensas empiezan a actuar, entonces, finalmente, lo importante que es corregir aquello en que me equivoqué no queda como lo más importante, sino el fantasma del miedo, un estado ansioso probablemente y un rechazo hacia esa persona”, detalló.

Por este motivo aseguró que es mucho mejor corregir que retar, y siempre usando buenas palabras: “Retar a un adulto en el trabajo no me parece para nada adecuado, no es la manera ni la forma de solucionar un problema si alguien cometió un error”.

Pexels (cc)
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Nivel de pareja

“Generalmente los seres humanos mostramos los errores y deseos de cómo nos gustaría que funcionen las cosas”, explicó Pino.

Y complementó que “lo importante es reconocer que, muchas veces, los errores que vemos en el otro más bien tienen que ver con nuestros errores y expectativas. Y a veces los errores en la pareja tienen que ver con que imponemos nuestros deseos en el otro”.

Nivel familiar

El profesional de UDLA aseguró que “a nivel de crianza, es similar a lo laboral y de pareja. En la crianza los padres son líderes de los hijos y siempre están pensando que el aprendizaje es un proceso y requiere secuencialidad. Y parte del aprendizaje son los errores”.

“Es así que la mejor forma de mostrar el error es que el líder -madre o padre- esté mostrando la forma correcta de actuar”, aconsejó.

En tanto, Karina Navarro, indicó que cuando se va a corregir a un niño, adolescente, o también adulto, “jamás se debe criticar, porque la crítica destruye la relación que uno pueda tener con otra persona y, además, afecta la autoestima si no tiene una alta”.

Por otra parte, indicó que “corregir siempre es bueno porque te invita al aprendizaje, por lo que si lo miramos a todo nivel (de edades), si nos corrigen de alguna manera que sea positiva, evidentemente vamos a hacer un cambio positivo”.

En privado, no en público

“Si entendemos el retar como una estrategia correctiva, disuasiva o de mejora de la instancia de aprendizaje, ésta siempre debe ser en privado”, aseguró Luis Pino.

El especialista de UDLA explicó que “cuando es en público, no tiene que ver con retar, sino que la idea es que los pares u otras personas eventualmente puedan mostrar la ejecución de una determinada tarea, el correcto actuar… y podría ser positivo si yo lo muestro públicamente en un contexto bien preparado”.

“Sin embargo, lo ideal es siempre realizar indicciones en el espacio íntimo, para poder comunicar bien, ser asertivo, para que esa persona entienda muy bien el error y la indicación, porque o sino se va a centrar en el error, en el castigo, la sanción o el reto y no al aprendizaje”, cerró.

Pexels (cc)
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En tanto, la profesional de Vidaintegra concordó con su postura, recalcando que jamás se debe retar en público.

“Por ejemplo, si una profesora reta a un niño frente a sus compañeros, es la burla de toda la sala y estamos alimentado un poco de bullying. Entonces, si vamos a retar a un niño porque se portó mal”, aconsejó, explicando que la idea es no dejarlo expuesto.