Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave, y su riesgo de ser ingresadas en cuidados intensivos o de necesitar ventilación invasiva es mayor, según ha confirmado un estudio mundial dirigido por la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta investigación, publicada en la prestigiosa revista científica British Medical Journal, ha demostrado que las gestantes con coronavirus corren un mayor riesgo de padecerlo de forma grave sobre todo si pertenecen a minorías étnicas o si padecen enfermedades preexistentes como obesidad, hipertensión arterial y diabetes.

En concreto, esta publicación detalla el análisis de los investigadores de los resultados de 192 estudios, unos 115 estudios más de los que se incluyeron en su publicación de agosto, sobre el impacto de la COVID-19 en las embarazadas y sus bebés.

La revisión descubrió que a una de cada 10 mujeres embarazadas o que lo estuvieron recientemente que acudían o ingresaban en el hospital por cualquier motivo se les diagnosticaba COVID-19.

En general, 339 mujeres embarazadas con COVID-19 confirmado fallecieron por cualquier causa (el 0,02% de un total de 41.664 mujeres implicadas en 59 estudios). La revisión encontró que las tasas generales de muertes neonatales son bajas en mujeres con coronavirus presumible o confirmado.

Los síntomas clínicos más comunes en las mujeres embarazadas fueron la fiebre (40%) y la tos (41%), aunque en comparación con las que no en edad reproductiva, tenían más probabilidades de ser asintomáticas.

El aumento de la edad materna, el índice de masa corporal (IMC) elevado, el origen étnico no blanco y la comorbilidad preexistente, incluida la hipertensión crónica y la diabetes, se identificaron como factores de riesgo para que las mujeres embarazadas desarrollen COVID-19 grave.

Aunque de la revisión surgen pruebas de que las condiciones específicas del embarazo, como la preeclampsia y la diabetes gestacional, pueden estar asociadas con coronavirus grave. Los autores afirman que se necesitan más datos para evaluar con solidez la asociación entre los factores de riesgo específicos  y los resultados relacionados con la enfermedad.

Las mujeres embarazadas deben ser consideradas un grupo de alto riesgo, en particular las que presentan factores de riesgo, para el COVID-19 grave sobre la base de nuestros resultados. También hay que tranquilizar a las madres porque el riesgo para sus bebés es muy bajo”, explica John Allotey, del Centro Colaborador de la OMS para la Salud Mundial de la Mujer, con sede en la Universidad de Birmingham.