El pequeño Kasen Donerlson tiene un año de vida y ya es toda una celebridad, al menos en Nueva York, Estados Unidos. Y es que el bebé no tan sólo venció al COVID-19, sino que le ganó a un trasplante de hígado, todo en un lapso de dos meses.

Kasen nació con bajo peso, lo que preocupó a sus padres, quienes inmediatamente lo llevaron al médico. Ahí lo diagnosticaron con atresia biliar, es decir, sus conductos biliares del hígado no se desarrollaron adecuadamente.

Tras esto comenzaron un tratamiento, el cual no dio resultados, por lo que había una sola opción: un trasplante de hígado. Fue puesto en la lista de espera en julio del año pasado, no obstante, el panorama se volvió mucho más oscuro para el menor y su familia, cuando arrojó positivo al coronavirus en noviembre.

“Siendo honesta, inmediatamente pensé en la muerte”, dijo a un medio local la madre del niño, Mitayah Donerlson, declaraciones que consignó el New York Post. “Él ya estaba luchando por su vida, y luego se pone COVID. Mi corazón simplemente dio un vuelco”, agregó.

La mujer temía que producto del COVID, su hijo perdiera la opción del trasplante, el mismo que había estado esperando por meses. Afortunadamente, en las semanas posteriores Kasen mejoró: su fiebre desapareció y no presentó otros síntomas.

Y si ya esa era una buena noticia, el llamado que recibieron el 2 de enero, los hizo explotar de felicidad: habían encontrado un donante. Al día siguiente se sometió a una extensa operación, de alrededor de 9 horas en el Hospital Infantil UPMC.

Cuando Kasen volvió a abrir los ojos, Mitayah se percató de inmediato que todo había salido bien, ya que sus ojos eran blancos y no amarillos como antes. “No hay señales de rechazo. Ahora vivimos un día a la vez”, explicó la progenitora.

“Es un completo milagro. Estamos tan bendecidos”, dijo la madre quien ha recibido ayuda por su caso, ya que en Go FundMe se ha recaudado cerca de 15 mil dólares (casi $11 millones) para los gastos médicos de la cirugía.