Fue a comienzos de 2013, cuando Emma Swain, una joven británica, comenzó a presentar dolores de espalda y sangrado después de tener relaciones sexuales, por lo que decidió ir al médico y saber qué ocurría con su salud.

En aquella oportunidad, los especialistas la revisaron y la pusieron en distintos tratamientos ginecológicos, los que no surtieron efectos, por lo que ella pidió a los doctores que le hicieran una prueba de frotis.

Esta consiste en extraer células del cuello uterino para ver si existen alteraciones, pero su solicitud fue denegada, ya que los profesionales argumentaron que Swain era “demasiado joven” para hacerse este examen. Así ocurrió durante 15 veces, con el mismo resultado.

Los expertos creían que había un problema con sus pastillas anticonceptivas y que su insistencia en realizarse la prueba de frotis era básicamente por lo que le había ocurrido a la figura televisiva Jade, quien murió de cáncer de cuello uterino en 2009, a los 27 años.

Emma temía correr la misma suerte… y así fue. La joven efectivamente tenía cáncer de cuello uterino, enfermedad que había avanzado tanto, que cuando por fin se detectó, ya no había nada para hacer. Falleció tiempo después, a los 23 años.

“Haber visto a uno de tus hijos pasar por eso y saber que podría haberse evitado es increíblemente difícil de aceptar. Confiábamos en que estas personas, los profesionales, supieran lo que estaban haciendo. Nunca los perdonaré“, dijo Darren, padre de Emma, a The Mirror.

Disculpas del médico

En una carta a Darren, a quien se le otorgó una compensación después de una batalla de seis años, los doctores Stephen Golding y Hendrik Parmentier, junto a la enfermera de práctica Maureen Dillon, se disculparon por lo sucedido a Emma.

“Admitimos que si la atención y el tratamiento brindados a su hija hubieran sido de un nivel razonable, en el balance de probabilidades, ella habría sobrevivido”, escribieron en el documento.

De acuerdo al citado medio británico, el año pasado, una de cada cinco mujeres se perdió una prueba de frotis y se cancelaron alrededor de 600 mil citas durante el primer confinamiento, a raíz del COVID-19.

Quiero que la historia de Emma haga que las mujeres vayan a su examen de detección. No posponga la revisión de los síntomas debido a la pandemia “, cerró su relato.