Una estremecedora acusación sobre un voluntario de Bomberos y su esposa, sacudió a la localidad de Kissimmee, en el estado de Florida, en Estados Unidos.

Se trata de Argelio Pupo, de 32 años; y su esposa Morgan Keene, de 27, que enfrentan cargos que incluyen agresión sexual a una niño de 12 años y abuso infantil agravado, hechos que habrían ocurrido el pasado 10 de noviembre.

En dicha oportunidad, la policía recibió un llamado sobre un altercado en la vivienda, ubicada en el poblado de Apopka. Al llegar, y de acuerdo a lo consignado por la cadena WFTV-9, un testigo habría mostrado un video en donde la menor relata los abusos.

“La víctima dijo que le estaban tratando de enseñar cómo tener un bebé”, alega el reporte, obtenido por el medio local Spectrum News-13, en donde también se señala que la pequeña fue encontrada debajo de la mesa, explicando que una persona la había obligado a realizar “actos sexuales que ella no quería hacer”.

La víctima dijo que Keene estuvo presente en momentos en que ocurrió el incidente y que “ayudó a limpiarle la sangre”, diciéndole que finalmente se diera un baño y se fuera a la cama”.

Al día siguiente, y según el testimonio de la niña, la mujer fue hasta una tienda para hacerse con un costurero, con el objetivo de coserle las heridas.

Keene lo negó

Cuando fue interrogada por la policía, Keene negó tener conocimiento de las acusaciones y afirmó que nunca había presenciado ningún abuso físico o sexual de la víctima.

Con base en las declaraciones de los testigos y una entrevista forense de seguimiento adicional de la víctima, los detectives determinaron que tenían motivos para acusar a Pupo y Keene de agresión sexual capital contra la niña, por lo que ambos quedaron detenidos en la cárcel del condado de Orange sin posibilidad de fianza.

Asimismo, Pupo fue apartado de su puesto en el departamento de Bomberos, con licencia administrativa sin goce de sueldo, en espera de la investigación.