Un reciente estudio evidenció que el coronavirus SARS-CoV-2 puede infectar células en la boca, lo que podría aumentar la propagación del virus tanto en el cuerpo, como a otras personas.

Los investigadores evidenciaron que los tejidos bucales podrían ser más vulnerables al virus que causa el COVID-19, según destaca la revista especializada Live Science.

En este contexto, los científicos examinaron el ARN, el único material genético que se presenta en ciertos virus. De ese modo, descubrieron que en comparación con otros tejidos orales, las células de las glándulas salivales, la lengua y las amígdalas, transportaban la mayor cantidad de ARN vinculado a las proteínas que el COVID-19 necesita para infectar las células.

“Estos incluyen el receptor ACE2, al que se conecta el virus, y una enzima llamada TMPRSS, que permite que el virus fusione su membrana con la de la célula huésped y se deslice hacia adentro”, precisan.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores tomaron muestras de saliva de pacientes infectados. De ese modo, evidenciaron que cuanto más virus encontraron, más probable era que el paciente perdiera el olfato y el gusto.

Del mismo modo, descubrieron que algunos pacientes tardaron más de dos meses en eliminar el virus de las muestras de saliva y nasofaríngeas.

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La boca: un ruta de infección

“Nuestro estudio muestra que la boca es una ruta de infección, así como una incubadora para el SARS-CoV-2 del virus que causa COVID-19”, detalló el Dr. Kevin Byrd, director de Investigación Oral y Craneofacial en el American Instituto de Investigación y Ciencia de la Asociación Dental, a la revista especializada.

Es decir, la infección por SARS-CoV-2 en la boca podría causar cambios en la producción o la calidad de la saliva, “contribuyendo a los síntomas de pérdida del gusto”, especificó el experto. Asimismo, puede provocar sequedad en la boca y ampollas en los tejidos de las mucosas.

Sin embargo, el estudio no puede mostrar qué cantidad del virus que se encuentra en la saliva proviene realmente de las células bucales infectadas. “Es posible que algunos se originen en otros lugares, como la nariz o los pulmones”, advierte Byrd.

“Esta investigación subraya poderosamente la importancia de las medidas de salud pública que sabemos que son efectivas: mascarillas, distanciamiento físico y lavado de manos, ya sea que presentes síntomas o no”, concluyen.