De acuerdo a un nuevo estudio, realizado en el Centro Riken en Japón, los escudos faciales no permiten una protección eficiente contra las ‘gotitas’ del COVID-19. De hecho, advirtió que el 100% de las partículas infectadas son liberadas.

Si bien varios expertos lo han promocionado como un alternativa a la mascarilla -incluso el gobierno británico la recomienda para peluqueros, tatuadores y barberos-, este estudio ha puesto en duda su utilidad.

Es que después de una simulación en computador, se descubrió que casi el 100% de las gotas del aire, de tamaño menor a cinco micrómetros, que se liberan al hablar y respirar, escapan por los bordes del protector facial.

En tanto, las gotas más grandes (de 50 micrómetros aprox.), liberadas al toser o estornudar, se quedan en el aire, lo que representa un riesgo para los demás.

Por eso, los científicos de la agencia japonesa, indicaron que lo mejor es combinar ambas medidas de seguridad, tal como lo hacen los médicos en la primera línea: utilizar una mascarilla más el escudo facial. Asimismo, recuerdan el lavado frecuente de manos y mantener la distancia social.

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Archivo | Rocío Comunao Rojas | Agencia UNO

“A juzgar por los resultados de la simulación, desafortunadamente la efectividad de los protectores faciales, para evitar que las gotas se propaguen desde la boca de una persona infectada, es limitada en comparación con las mascarillas”, dijo Makoto Tsubokura, autor del estudio, a The Guardian.

Esta no es la primera evidencia sobre la utilidad de los protectores faciales, pues un estudio de la Facultad de Ingeniería y Ciencia de la Computación de Florida Atlantic University, también concluyó que los protectores de plástico son ineficaces.