La aerolínea australiana Qantas ha estado en el centro de la polémica luego que lanzara una oferta especial de vuelo para el próximo 10 de octubre que no te lleva a ninguna parte.

Sí, así como lees. En apenas diez minutos se agotaron los boletos para el “vuelo a ninguna parte”, en el que sus pasajeros podrán recorrer -vía aérea- varios destinos turísticos del país pero sin aterrizar en ninguno y durante siete horas.

Estos vuelos particulares surgieron como una tendencia en medio de la pandemia por COVID-19 que ha golpeado fuertemente a las aerolíneas alrededor del mundo, ya que muchos países mantienen sus fronteras cerradas dada la crisis sanitaria global.

A través de un comunicado, Qantas detalló que el vuelo despegará y retornará a Sídney en el mismo día, y sobrevolará el monolito rojo Uluru, las Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Arrecifes.

Sus precios iban desde los 572 dólares (cerca de 436 mil pesos chilenos) hasta los 2.754 dólares (unos 2 millones 100 mil pesos chilenos).

Por eso, para quienes deseen viajar por placer y tienen los recursos, esta iniciativa parece ser la ideal y seguramente varias otras aerolíneas lo estarán pensando para así, de alguna, reactivar sus ingresos.

De hecho, la aerolínea japonesa ANA también ofrece este servicio en un Airbus A380. En Taiwán, StarLux Airlines también ofrece sobrevolar el mar de China meridional, consignó el medio español ABC.

La aerolínea Singapore Airlines, por su parte, también está evaluando la idea pero aún no han tomado una decisión al respecto.

Críticas de grupos ambientalistas

Claro que más allá de lo curiosa que puede ser esta iniciativa, también resulta bastante polémica si se analiza desde un arista medioambiental, ya que evidentemente este tipo de vuelos resultan innecesarios y contribuyen negativamente a la crisis climática.

“Primero, incentiva los vuelos que emiten mucho carbono sin justificación. Es sólo un parche que distrae de las políticas y los cambios de prioridades necesarios para mitigar la crisis climática“, comentaron desde la ONG Climate Rally, en una declaración consignada por el portal español.

Según una investigación de la BBC, al quemar combustible, los vuelos producen gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2), los que al seer liberados hacia la atmósfera, impactan negativamente al calentamiento global.

Asimismo, se ha advertido de un creciente efecto negativo de otras emisiones como los óxidos de nitrógeno al calentamiento global.

Eloise Marais, del Grupo de Composición Atmosférica de la Universidad de Leicester, Reino Unido, señaló que “el efecto climático de las emisiones no CO2 de la aviación es mucho mayor que el equivalente de otros medios de transporte. Estos gases de efecto invernadero no CO2 formados en altitudes más elevadas persisten por más tiempo que la superficie y también tienen un potencial de calentamiento más fuerte”.