Fue en 2018 cuando Sameer Anwar, un niño de seis años, se introdujo por equivocación una pieza de Lego por la nariz, mientras jugaba en su casa en la ciudad de Dunedin, Nueva Zelanda.

El menor dio aviso a sus padres y estos inmediatamente se alarmaron, por lo que llevaron al menor al hospital, en donde se  le sometió a una serie chequeos, pero no notaron nada raro en el tracto respiratorio. Esto se sumó a que el pequeño no presentaba complicaciones.

Debido a esto es que los especialistas le explicaron que, si efectivamente estaba alojada la pieza de Lego ahí, ésta iba a ser eliminada por el tracto digestivo, lo que tranquilizó un poco más a la familia, quien con el tiempo se olvidó del tema.

“Desde entonces, nunca se quejó ni nada”, declaró Mudassir, padre del niño. Pero tuvieron que pasar dos años para que la extraviada pieza de Lego apareciera.

De acuerdo a lo consignado por el medio británico The Guardian el ahora niño de ocho años sintió molestias en la nariz, luego de oler unas galletas y comenzó a estornudar, expulsando el objeto, el cual tenía hongos y mal olor, debido al tiempo que permaneció dentro del niño.

niño objeto nariz lego
The Guardian

“Nunca esperamos tal cosa. Era la pieza negra de Lego toda recubierta de hongos. Fue un poco asqueroso pero finalmente sabemos que, ahora sí, la ha echado”, indicó el padre al citado medio.

No es la primera vez

Cabe recordar que no es la primera vez que Sameer se mete algo por la nariz, ya que cuando tenía tres años empujó una perla por su fosa nasal, pero en ese caso, su padre pudo recuperarla en el acto.

Tras recuperar la pieza de Lego, el menor reaccionó entusiasmado: “¡Mamá, encontré el Lego! ¡Me decías que no estaba allí, pero estaba allí!”, fueron sus palabras a los padres, que ahora bromean con llevar el objeto al museo del Lego.

De acuerdo al sitio Kidspot, entre los artículos más extraños que los niños se han metido en la figuran un pedazo de carne picada, un trozo grande de brócoli, un lápiz y un trozo de cuero podrido.