Sebastián D’Amico es un joven argentino de 24 años, que hace seis fue diagnosticado con cáncer en la cara. Primero comenzó a sentir una pequeña molestia en la mejilla, pero conforme avanzaba el tiempo ésta cambió completamente su vida.

Sus sueños de convertirse en periodista y locutor empezaron a esfumarse debido a su enfermedad, la que poco a poco fue produciendo una inflamación severa en su rostro.

“Pensaba que era un granito de grasa, o algo así. Nunca pensé que se transformaría en esto”, explica Sebastián al medio trasandino Clarín. Pero ese granito pasó a ser un sarcoma embrionario, un cáncer que sólo afecta al 0,5% de los pacientes con este tipo de enfermedad.

A partir de ahí los exámenes y estudios no cesaron, pero nada fue suficiente. “En diciembre de ese 2014, tenía una pelota gigante y fue cuando recién me hicieron una biopsia”, cuenta el argentino, con el ya sabido diagnóstico. Su calvario recién empezaba.

“Era como si un taladro te perforara la sien, me quería arrancar la cabeza”, describe D’Amico el dolor que sentía día a día en su cara, por lo que tuvo que comenzar a inyectarse morfina para aplacar esta sensación.

Además de eso, tuvo que cargar con los incómodos comentarios de la gente que invadían su ya alterada paz mental. “Me aislaba, me encerraba en mi pieza, una vez no salí durante cinco meses, tenía una tremenda angustia que derivó en ataque de pánico. Sufrí todo tipo de prejuicios“, narró al citado medio.

¿Los dolores? No daban tregua. “Estaba molido, no daba más, a veces el dolor aflojaba un poco y el bulto remitía, pero después volvía a crecer todavía más grande”, confesó.

Cambio de actitud

Fue ahí cuando Sebastián entendió que debía hacer un cambio en su vida y se volcó a las redes sociales para ir contando su historia, en donde sólo en su cuenta de Instagram ya acumula más de 66 mil seguidores.

“Me dije que la vida era maravillosa, que sabía que mi panorama estaba jodido pero muero por seguir viviendo“, afirmó.

Y este cambio de ánimo llegó con dos operaciones que se le realizaron al joven en 2017 y 2018, y si bien fueron exitosas, al cabo de un tiempo volvió a experimentar el crecimiento de una protuberancia en su cara, por lo que una nueva intervención se volvió algo delicado para los médicos.


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(ES UNA FOTO DEL 2017) Que extraño verme en la misma situación que hace unos años atrás no? Pero acá estamos con las mismas ganas que aquel año y las mismas ganas de vivir! La lucha no te cansa, la cabeza no controla vos controlas la cabeza. Muchas veces es el mejor amigo y el peor enemigo, la lucha esta es las ganas que tengas de vivir. Y por qué tantas ganas? Por quiero quiero disfrutar de la vida, y otros quizás no saben para que están despiertos dejando su vida pasar. Buenas noches, vivan la vida como hay que vivirla y si toca entregar el cuerpo hay que entregarlo bien usado. Hay que ser felices y disfrutar del universo.

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Pero en el momento menos esperado, D’Amico recibió una luz de esperanza, proveniente de Italia: era el doctor Eduardo Soza. “Hicimos un vivo en las redes sociales y me dijo que no me hiciera problema por el dinero”, contó sobre el médico, al que calificó como “caído del cielo”.

“Me brindó toda la contención que no había tenido”, expresó, agregando que la obra social de su trabajo se hará cargo de la prótesis que tendrá que usar en la cirugía. Pero otra buena noticia estaba por venir.

Nueva relación

“Te desearía todas las fuerzas pero las tienes todas. Eres un bombón”, le escribió una desconocida en redes sociales en el mes de abril. Se trataba de Natalia Belmonte, quien con ese texto lo conquistó de inmediato.

Me sorprendió cómo se tomaba la vida, con humor negro y una fortaleza admirable, hasta se burlaba de su enfermedad. Y me propuse conocerlo”, declaró la mujer de 26 años, con quien Sebastián convive hace dos meses.

En tanto él explicó lo fundamental que ha sido Natalia en este tiempo. “Es una locura hermosa, un cuento de hadas del que no me quiero bajar”, señaló Sebastián, quien espera pronto “volver a ser un pibe normal, con una vida normal”.

Y al parecer queda cada vez menos, ya que en los últimos días fue el propio doctor Soza quien le confirmó que, una vez que pase el peak de la pandemia, podrá someterse a la ansiada operación.

“Tengamos un poquito más de paciencia, hay que esperar hasta que pase la tormenta”, cerró en sus redes.


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Tengamos un poquito más de paciencia, hay que esperar hasta que pase la tormenta.

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