Conocido como “Doc Sing”, el médico Eduardo Bronstein, ha recibido reconocimiento en redes sociales, por la inspiradora iniciativa que junto a otros 90 voluntarios han impulsado.
Se trata de videos musicales donde él y sus compañeros cantan para darle ánimo a sus pacientes. Asimismo, cualquiera puede pedirle canciones mediante su cuenta de Instagram.
“La idea es que sus parientes o amigos les dediquen alguna canción. En un comienzo era yo solo con mi guitarrita, pero con el tiempo comenzó a ayudarme un grupo de cantantes que colaboran“, mencionó el especialista, en entrevista con Las Últimas Noticias.
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Todo comenzó hace dos años, cuando un excompañero de curso se suicidó y el resto de la clase quedó impactada con la pérdida. Fue en ese momento, cuando Eduardo decidió cantarles y se dio cuenta que era una buena forma de mitigar el dolor.
Desde ese entonces, abrió su cuenta de Instagram, Doc Sing, con el propósito de aliviar el sufrimiento de sus pacientes mediante la música.
Cabe señalar que sus compañeros no son cantantes profesionales. “Son personas que he conocido y las invito a participar. Lo importante es que tengan sentimiento y ganas de colaborar”, destaca.
“Es increíble como uno se emociona al grabar estos videos, pensando en la persona que lo recibirá”, asegura sobre esta noble acción.
Su relación con la música
Según reveló al diario nacional, su abuela paterna fue concertista de piano “y yo alcancé a cantar algún aria”.
Además, su padre tocaba la guitarra y le encantaba Sandro y Leonardo Favio. “Cuando mis papás se separaron, para la crisis de 1982, él se fue a vivir a Buenos Aires. Mi hermano y yo íbamos a verlo en verano. Pasábamos mucho tiempo con sus discos y escuchando las radios porteñas. Así conocí a Charly García, Los Redonditos, Los Abuelos de la Nada, Los Ratones Paranoicos y muchos grupos de rock“, recordó.
Cuando egresó de la enseñanza media, decidió postular a canto en la Universidad Católica, pero quedó en lista de espera. Finalmente decidió estudiar medicina, otra carrera que lo apasionaba.
Durante su época universitaria, el médico conformó un grupo de rock llamado Sinfonía de Réquiem, donde era la voz principal.
