Supongamos que estás navegando por Internet o redes sociales y de pronto aparece un video en el cual le están quitando un gigantesco punto negro o espinilla a una persona. ¿Te quedas mirando hipnotizado o pasas de largo ante la desagradable escena?

Bueno, aunque no lo creas, son miles de usuarios quienes tomarían la primera opción, aunque pocos reconocen su particular afición por la extracción de enormes forúnculos en el cuerpo.

Y es que incluso esta práctica tiene un nombre: forunculofilia, un extraño gusto por pellizcar o ver apretar granitos y que posee exponentes que tienen miles de suscriptores en sus respectivas plataformas sociales.

Algunos de ellos son el gurú indio Vikram Yadavel y la dermatóloga estadounidense Sandra Lee, más conocida como ‘doctora revienta granos’ y quien incluso tiene un programa de televisión donde muestra diversos casos que captan la atención de la audiencia.

“Por supuesto que voy a publicar videos del momento (de la extracción) en quistes, granos y puntos negros, porque sé que les encanta y adoro que les encante“, enfatiza Lee en su canal de YouTube.

¿Por qué genera placer?

Pero, ¿por qué ver este tipo de casos provoca placer o satisfacción en muchas personas? “Podría decirse que se siente el voltaje de adrenalina de estar en una montaña rusa, sabiendo que no estás viviendo una situación de peligro real”, explica el filósofo Daniel Kelly en el programa Health Check, de acuerdo a lo que consigna Infobae.

Esta es una opinión que comparte Joanna Pincetti, psicóloga de la Clínica MEDS, quien entrega una hipótesis desde la neurociencia.

“Este fenómeno se produce por la necesidad de tener más tipos de experiencias, tipos de emociones, que se obtienen a través del visualizar ciertas cosas. Como no vivo esa experiencia, la vivo a través de otros“, explicó la especialista a Página 7, algo que se produce por la denominada neurona espejo.

Hay una neurona en el cerebro que se activa en milésimas de segundos, cuando hay un otro que tiene la experiencia. Por ejemplo, cuando a una persona le ponen una inyección, tú sufres, porque a ti se te activan ciertas sustancias químicas en el cerebro, como si te estuviera pasando a ti”, afirmó Pincetti.

Y es que tanto la doctora Lee, como la profesional de Clínica MEDS asemejan esta experiencia a una película de terror. “Hay una emoción detrás que es el miedo. Y en el caso de lo forúnculos, la emoción que hay detrás es el asco“, sostuvo Joanna a nuestro medio.

“Genera suspenso pero se sabe que tendrá un final feliz”, añade sobre esto la popular ‘doctora revienta granos’ en el citado medio.

Forunculofilia vs. dermatilomanía

También existe otro término que habitualmente suele confundirse con la forunculofilia: la dermatilomanía. Y si bien comparten algunas semejanzas, esta última es una obsesión mucho más seria.

En Estados Unidos, este trastorno compulsivo se conoce como face picking o skin picking y consiste en pellizcar, arañar o arrancar cualquier imperfección del cuerpo, lo que puede causar heridas, informa la revista Harper’s Bazaar.

Lo anterior, ya que la dermatilomanía forma parte de Conductas Repetitivas Centradas en el Cuerpo, en el cual también están agrupadas prácticas como la onicofagia (comerse las uñas) o la tricotilomanía (arrancarse el pelo) o quitarse las costras de las heridas, algo que muchas veces requiere de ayuda profesional y tratamiento farmacológico.