Kelly Rogers es una habitante de Cardiff, en Gales, y actualmente se encuentra sufriendo las consecuencias de una nefasta y apresurada decisión.

La mujer buscó en Internet un lugar donde poder realizarse un tratamiento que pudiera agrandar sus labios y dio con una “academia”, que tenía precios muy convenientes y que incluso llegaban a la mitad de lo que cuestan regularmente.

El anuncio decía que estaban entrenando a futuros esteticistas, razón por la que los precios eran más bajos de los habituales. Rogers no lo pensó dos veces y decidió ir hasta el lugar. Ni siquiera le importó quebrantar la cuarentena, producto de la pandemia.

“Era tan barato, vi el nombre y vi que era una academia, así que pensé que estaría bien mientras capacitaban a las personas”, señaló Kelly a Gales Online y que consigna el medio inglés The Sun. No sabía lo que venía.

Y es que la compañía describía a Jessica Evans, quien atendió a Rogers, como “totalmente calificada y asegurada”, destacando también que había completado un entrenamiento adicional de COVID-19.

No obstante, en el procedimiento la desafortunada clienta afirma que rompieron una arteria, sufriendo hematomas en el labio superior y desde la mejilla hasta la mandíbula. La empresa en tanto dijo que la mujer había sufrido una reacción alérgica.

“A la mañana siguiente me desperté y parecía que había sufrido un accidente automovilístico”, contó la mujer, culpando a la empresa que ofrecía los servicios, quien a su vez anunció acciones legales por los comentarios de Rogers.

Kelly Rogers
Kelly Rogers / Media Wales

Asesoría

Debido a toda esta situación es que Kelly buscó el consejo de una enfermera estética, Jane Laferla, quien es miembro de la junta de la Sociedad de Estética y Cosmética de Gales. Ella dijo que había señales de que el relleno utilizado en el procedimiento había sido inyectado en una arteria por error.

Además, se trata de Revolax Deep que, según la experta, no tiene licencia en el Reino Unido y no sería suministrado por una farmacia, aunque se puede acceder a él a través de Internet.

“Hemos estado desafiando al gobierno sobre la implementación de regulaciones en esto durante años “, dijo la profesional, que tiene 15 años de experiencia en la industria y está registrada en el Consejo Conjunto de Profesionales de Cosmética (JCCP, por sus siglas en inglés).

“Estoy tan harta de que las madres me llamen llorando que su hija ha tenido rellenos de labios en los que se han equivocado completamente”, cerró la profesional, de acuerdo al citado medio.

“Estoy tan avergonzada, debería haberlo investigado más. Normalmente lo hago”, finalizó Rogers a modo de reflexión.

Kelly Rogers
Kelly Rogers / Media Wales