Es probable que en más de alguna ocasión hayas escuchado acerca del ‘ratoncito de los dientes’. De acuerdo a esta historia, el ficticio animal se llevaba los dientes de leche que los niños ponían debajo de su almohada, dejando a cambio una suma de dinero.

Bueno, tal vez esos mismos niños necesiten ubicar al ‘Ratincito’ de forma urgente para pedirle de vuelta sus dientes. Y es que según estudios científicos, estos podrían ser una fuente biológica vital para sus usos en el futuro.

Concretamente, un estudio publicado por el Centro Nacional para la Biotecnología de Estados Unidos indica que los dientes de leche serían una gran fuente de células madre, que podría regenerar nuevo tejidos en diversas partes del organismo.

Los dientes que se desprenden entre los siete y nueve años contendrían propiedades que podrían evitar Alzheimer y Parkinson, entre otras enfermedades.

Dentro del diente humano y sus tejidos circundantes, se pueden distinguir diferentes poblaciones de células madre, como las células madre de la pulpa dental, de los dientes caducifolios humanos, de la papila apical, del folículo dental y del ligamento periodontal” manifiesta el informe norteamericano.

“Dado su aislamiento directo, las células madre dentales (DSC) se han convertido en una fuente atractiva“, precisa el documento.

El presidente de Consejo General de Dentistas de España, el doctor Óscar Castro reafirma esto, al señalar que conforman tejidos que ayudarían a cualquier terapia regenerativa contra enfermedades como la diabetes, el cáncer o un infarto de miocardio“, consigna el sitio 20 Minutos.

¿Cómo guardarlos?

Lo anterior no quiere decir que una vez que nuetros hijos boten los dientes de leche, se guarden en un cajón por años y años, ya que de acuerdo a los especialistas, se debe hacer en condiciones apropiadas.

De hecho, existen institutos especializados en preservar en condiciones ideales el material celular que guardan estas piezas, tal como ocurre con otros materiales biológicos humanos, como esperma u óvulos.

Han surgido empresas que se dedican a criogenizar los dientes para que en 20, 30 o 40 años se puedan descongelar y usar con fines terapéuticos”, explica Castro al citado medio.

De todas formas, el odontólogo indica que esto significaría un gran gasto de dinero en caso de demostrarse verdadera utilidad de esta práctica, lo que genería un problema. “Habría una gran diferencia entre clases sociales: solo la gente con dinero tendría salud”, comenta Castro, quien agrega que el Estado debería intervenir en dicho caso.

Cabe señalar que Dencells Biomedical Institute, es el primer banco de células madres dentales en España y para analizar y preservar las piezas dentales por un lapso de 25 años hay que desembolsar alrededor de 2.500 euros, es decir, más de 2 millones 300 mil pesos.