Un reciente estudio publicado en la revista de medicina de la Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), concluyó que el riesgo de tener diabetes tipo 2 se puede saber desde la niñez.

“Si bien ya sabíamos que la diabetes no se desarrolla de la noche a la mañana, lo que no sabíamos es lo temprano en la vida que se hacen visibles los primeros signos de actividad de la enfermedad y cómo se ve en sus inicios”, indicó el Dr. Joshua Bell, autor de la investigación.

La diabetes se presenta en el organismo cuando hay demasiada glucosa (azúcar) en la sangre, como una consecuencia de la insuficiente secreción de la insulina por el páncreas.

“La diabetes tipo 1, que actualmente no se puede evitar, hay una ausencia casi total de insulina y hay que aplicarla a diario. Por lo general, aparece en la infancia y adolescencia y constituye el 10% de los casos”, explicó a TN el Dr. Gabriel Lijteroff, magíster en diabetología.

En tanto, el 90% restante corresponde a la diabetes tipo 2. Esta se manifiesta en la adultez, entre los 30 y 40 años. Para controlar este tipo de patología crónica, los pacientes deben medicarse y eventualmente inyectarse insulina.

Sobre la investigación

Para realizar el estudio, se tomaron muestras de sangre de 4.000 participantes cuando tenían 8, 16, 18 y 25 años, que no presentaban ningún tipo de enfermedad crónica.

Con los datos, analizaron los efectos del riesgo genético de desarrollar en la adultez la diabetes tipo 2, identificando patrones específicos de las primeras etapas de la enfermedad.

La diabetes tipo 2 es más común en la edad avanzada, pero vemos signos de susceptibilidad a la enfermedad muy temprano, unos 50 años antes de que se diagnostique“, explicó el Dr. Bell.

Y agregó: “Estamos hablando de los efectos de la susceptibilidad en lugar de la enfermedad clínica en sí misma. Esto no significa que los jóvenes ‘ya tengan diabetes adulta’. Son diferencias sutiles en el metabolismo de los jóvenes que son más propensos a desarrollar esta enfermedad más tarde en la vida”.

Esto significa una oportunidad para “intervenir mucho antes y detener la diabetes para que no se convierta en perjudicial”, concluyó el Dr. Bell.