85 días. Eso es lo que demoró en viajar desde Portugal a su natal Argentina, Juan Manuel Ballestero, quien realizó dicha travesía a bordo de su velero con un noble objetivo: volver a ver a su familia, en medio de la pandemia.

Y es que el trasandino de 47 años decidió realizar el viaje por mar, luego que los vuelos entre continentes fueran suspendidos, producto de la crisis sanitaria.

“Se morían mil personas por día en Europa y el coronavirus avanzaba, temí no ver nunca más a mi familia“, confesó el protagonista de la gesta al diario argentino La Nación.

La idea de Ballestero era arribar a su país el 15 de mayo pasado, día que su padre cumplió 90 años, sin embargo, no alcanzó a llegar para dicha fecha, por lo que solo pudo concretarlo el pasado miércoles 17 de junio. Eso sí, tuvo que cumplir cuarentena antes de poder ver a su familia.

“No quiero ninguna diferencia, aquí hay que cuidarse y mi hogar está en el mar”, decía Ballestero sobre el período de confinamiento que debía cumplir. Lo hizo en uno de los hoteles que dispone el país para los repatriados.

“Qué más seguro que quedarme en mi barco, pero decidí venir a ver a los míos, porque lo que se veía allá, en Europa, era algo terminal y mundial”, describió el hombre, que negó haber escapado de Portugal por el virus.

De hecho sus amigos le advirtieron que lo que intentaba hacer era “una locura”, algo que él no escuchó, aunque sí estaba al tanto que cualquier emergencia, podía ser fatal. “Me agarra en viaje algo tan sencillo como una apendicitis y no la cuento”, explicó al citado medio.

Y en donde más susto pasó fue en Brasil, país donde hizo una parada para conseguir combustible y alimentos. “Ahí sí me preocupé porque nadie se cuidaba”, señaló, agregando que su test PCR dio negativo, por lo que luego de cumplir con el aislamiento, podrá reencontrarse con ellos.