Por décadas el acoso de hombres a mujeres se naturalizó al punto de, incluso, culpar a la mujer de provocar tales situaciones. Afortunadamente, con el paso del tiempo esa concepción ha ido cambiando, gracias a la acción de los movimientos feministas.

En este contexto, las mujeres que trabajan en empleos de servicio, son las que suelen verse más expuestas a situaciones de acoso, sin saber muchas veces cómo manejarlas por diversos factores.

Y eso es lo que vivió recientemente una camarera de un bar en Gijón, España, luego que un cliente habitual realizara reiterados comentarios sobre su apariencia. Si bien pudo ignorarlo la primera vez, la situación fue escalando y decidió hablar con sus jefes, quienes afortunadamente pusieron en su lugar el acosador.

Según relata el negocio, a través de su cuenta de Facebook, el sujeto emitía juicios tales como “estarías más guapa con coletas (pinches)”, y otras frases sobre su cuerpo.

Es por eso que tras la denuncia de la empleada, los dueños contactaron al cliente a través de WhatsApp donde le enviaron un extenso mensaje expresando la situación.

“Si no te dijimos nada la otra vez es porque eres buen cliente y todos se merecen una segunda oportunidad, pero hoy creo que sobrepasaste el límite con una trabajadora en su turno, no sólo incomodándola en su lugar de trabajo, sino con comentarios machistas como ‘no tengo dinero, te pago en carnes’”, es parte de lo indica el mensaje.

Asimismo, le entregan un poderoso mensaje sobre el que vale la pena reflexionar. “Está muy bien alardear de ser de izquierdas y antifascista, pero el antifascismo y el feminismo no se entienden el uno sin el otro, así que hay una cosa fundamental para ser ambas cosas: predicar con el ejemplo”, agregaron, dejando en claro que “los comentarios y comportamientos machistas no tienen cabida en nuestro espacio”.

Acto seguido, le comunican que tomaron la decisión de no dejarlo entrar más al bar. “Así que sintiéndolo mucho no vamos a permitirte la entrada en nuestro local nunca más. Es intolerable que la camarera, que es quien más manda, se sienta incómoda por las mierdas machistas de siempre”, finalizan.