El caso de Johnny Gosch es por lejos uno de los más enigmáticos de la historia de Estados Unidos. A más de 30 años desde que se le perdió el rastro a este niño, la policía norteamericana decidió cerrar el caso por la falta de pistas.

Todo partió en West Des Moines, Iowa. Allí vivía Johnny, un repartidor de diarios de 12 años. Un 5 de septiembre de 1982, se levantó para partir a su trabajo. Usualmente despertaba a su papá antes de salir, pero aquella jornada no lo hizo.

En el punto de recogida del The Des Moines Register, periódico que el niño repartía, sus compañeros lo vieron por última vez. Un vecino, identificado como Mike, vio que el estudiante conversaba con un hombre que estaba cerca de un auto modelo Ford. No le tomó importancia.

Horas después, John y Noreen Gosch, los padres de Johnny, comenzaron a recibir varias llamadas de personas molestas porque no había llegado su diario. Al salir a buscarlo, el papá encontró el carro con el que salía a trabajar su hijo repleto de los ejemplares.

Inmediatamente llamaron a la policía, por un presunto secuestro. Sin embargo, el Departamento de Policía de West Des Moines no realizó ningún tipo de operativo, ya que esperaron a que pasaran 72 horas para recién declararlo como desaparecido.

Si bien les tomaron la declaración, no se inició un procedimiento exhaustivo de búsqueda. En un momento se aseguró que Johnny había huido de casa, pero las declaraciones de los vecinos que lo vieron conversando con un desconocido, dieron paso a un supuesto secuestro.

Pese a las intenciones de los padres por encontrar a su hijo, nunca lo volvieron a ver; no encontraron pistas, ni tampoco se logró dar con la persona con la que el repartidor estaba conversando.

La enigmática desaparición de Johnny Gosch
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El caso tomó importancia a nivel nacional, luego que Noreen Gosch solicitara ayuda a exfuncionarios de la FBI, incluso llegó al Senado para hablar de crimen organizado y una red de pedofilia, según lo que pudo recabar en su propia investigación. De su hijo, no se supo nada.

Incluso en 1984, la fotografía del niño apareció en la cajas de leche de Estados Unidos, siendo el segundo en la historia en incluirse en estos productos. Junto a él estaba Juanita Rafaela Estevez, quien fue encontrada con vida en 1986.

El primer testimonio real de alguien que supuestamente vio a Johnny Gosch

En 1989 apareció la figura de Paul Bonacci, quien confesó que años antes había sido secuestrado por una red de pedofilia y que había sido obligado a participar en el secuestro de Gosch. Su testimonio cobró importancia luego que revelara detalles físicos nunca antes revelados del niño.

Lamentablemente, según recoge el sitio Criminalia, en 1990 el juicio que lideró fue desestimado por falta de pruebas. De hecho, se habló de “una patraña cuidadosamente elaborada”, y nadie fue procesado por el supuesto secuestro, ni por prostitución infantil.

Para el 2000, Noreen Gosch escribió un libro llamado Por qué Johnny no puede volver a casa, donde compartió toda su investigación. Aquí se incluye un hecho ocurrido en 1997, donde la madre asegura haber compartido con su hijo, ya con 27 años, quien llegó a la puerta de su casa junto a un hombre desconocido.

La enigmática desaparición de Johnny Gosch: más de 38 años y todavía no hay pistas, ni culpables
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“Hablamos de una hora a una hora y media. Estaba con otro hombre, pero no tengo idea quién era la persona. Johnny miraba a la otra persona para obtener la aprobación para hablar. No dijo dónde vivía ni a dónde iba”, comentó la madre, quien aseguró que se trataba de su hijo, pero luego nunca más lo volvió a ver.

Lo último que se supo del caso fue cuando Noreen recibió en su departamento dos supuestas fotografías de su hijo en 2006. Aunque la policía de Florida aseguró que eran archivos de prostitución infantil, y no correspondían a Johnny Gosch, la madre insiste que se trata de él.

Desde entonces, no se ha sabido más de este caso, y a la fecha van más de 38 años sin saber del repartidor de diarios. No hay pistas claras, ni tampoco presuntos culpables. De ahí que la historia de Johnny Gosch ha tomado tanto revuelo mundial.