¿Es bueno o malo consumir pornografía? Probablemente muchos se han hecho esta pregunta, y la verdad es que varios estudios indican que si bien puede enriquecer la vida sexual de una relación o aliviar el estrés, trae más consecuencias negativas que positivas.

De acuerdo a Philip Zimbardo, doctor en Psicología de la Universidad de Stanford, el denominado “contenido para adultos” perpetua expectativas irreales sobre el sexo y “desconecta a las personas de su sexualidad en la vida real”.

Según señaló el académico en una publicación de la revista Psychology Today, en un estudio dirigido por investigadores de la universidad de Cambridge reveló que “los hombres que demostraban comportamientos sexuales compulsivos requieren imágenes sexuales cada vez más novedosas porque se habitúan a lo que están viendo más rápido que sus congéneres”.

Teniendo en cuenta estos resultados, Zimbardo afirma que el consumo de pornografía puede perjudicar al momento de experimentar una intimidad en la vida real y también para formar lazos afectivos, pues tienen una percepción errónea de la sexualidad, según consignó BioBioChile.

“Para muchos de ellos, un encuentro sexual en la vida real puede ser una experiencia extraña causante de ansiedad. Esto es porque se requieren habilidades de comunicación, el cuerpo entero necesita estar involucrado y deben interactuar con otra persona tridimensional de carne y hueso con sus propias necesidades sexuales y románticas”, comentó.

La psicóloga canadiense Léa J. Séguin tiene una visión muy parecida a la de Zimbardo y asegura que la pornografía puede “perpetuar expectativas absolutamente irreales a la hora de tratar de alcanzar un orgasmo”.

La académica de la Universidad de Quebec lideró un estudio en el revisó los 50 videos más vistos de PornHub, una de las páginas de contenido sexual más populares del mundo. El objetivo era analizar cuántos orgasmos tenían los hombres en comparación a las mujeres.

Como era de esperarse, los resultados develaron una diferencia bastante grande: 78% los hombres y solo un 18,3% las mujeres, según consignó el portal Huffington Post.

“Los orgasmos de las mujeres se producían por coito vaginal o estimulación anal, sin ningún tipo de estimulación del clítoris, cuando en el mundo real es exactamente al revés”, explicó Séguin al portal PsyPost.

“Por un lado, el porno suele reflejar y perpetuar expectativas irreales sobre las relaciones sexuales entre mujeres y hombres. Por otro, es un mito que en el porno las mujeres siempre aparezcan teniendo un orgasmo”, agregó.

Finalmente, Philip Zimbardo señaló que faltan más investigaciones que estudien este fenómeno y que si bien puede haber muchas posturas respecto a la pornografía, negar que su consumo puede ser un problema para las personas, sobre todo para los jóvenes, es irresponsable.