Dicen que en los momentos difíciles se puede llegar a conocer lo peor del ser humano. Y qué duda cabe, pues en estos tiempos de pandemia hemos visto mucho de aquello.

Personas que no respetan las cuarentenas preventivas ni obligatorias u otras que se abastecen como si no hubiera un mañana, son solo algunas de las experiencias que hemos visto en el último tiempo, pero claramente hay muchas más.

Tantas que incluso se han vuelto viral, como una situación que se vivió en España, producto del aislamiento social en que viven los europeos desde el pasado 15 de marzo.

La protagonista fue una mujer residente de la zona de Cartagena y los vecinos de su edificio. Su nombre es Miriam Armero, y según consignó la versión hispana del HuffPost, la mujer compartió en su cuenta de Facebook un video en el que explica que su hijo de diez años encontró una nota debajo de la puerta de su casa.

En ella, un grupo de vecinos le piden de forma anónima que, como trabaja en un supermercado, por favor se busque otro lugar para vivir por esto tiempo, “por el bien de todos” y así “evitar riesgos”.

Estoy que no me lo creo. Trabajo en un supermercado. Estoy muy orgullosa porque ayudamos a muchas personas aún poniéndonos en riesgo“, señaló la mujer.

El punto es que leer esa nota fue tan fuerte para su hijo que éste explotó en llanto e incluso pensó que los podrían echar de la casa a raíz del trabajo de su madre.

Es por eso que decidió responder a la “solicitud” pegando otra nota al lado de la original, asegurando que no se moverá a ningún lado pues ha sido sumamente cuidadosa con su rutina de higiene y desinfección post-trabajo.

Asimismo, comentó que si la persona que lo escribió no se identifica, pensaba interponer una denuncia en contra de la comunidad. “No voy a consentir que me dejen anónimos debajo de mi puerta. Ni mucho menos”.

La publicación de Miriam Armero ha superado los 15 mil compartidos y ha recibido bastante apoyo en redes sociales. Acá te dejamos su respuesta:

Al o a los valientes que dejan notas anónimas bajo una puerta y que seguro la han sacado de alguna red social, les diré varias cosas:

– Sí, trabajo en un supermercado, lo cual gracias a nosotros vosotros comen cada día.

– No me tienes que venir dando lecciones de limpieza cuando soy la primera que llega a casa y no puedo darle un beso a mis hijos hasta que no me he limpiado y desinfectado.

– Que la próxima vez en vez de tanto aplauso a las 20.00 horas, tengan un poco de empatía por las personas que tenemos que trabajar y tenemos familia.

– Y en vez de dejar notas debajo de la puerta de mi casa, me tocas el timbre y se los diré personalmente.

Por cierto, gracias por hacer llorar a un niño de 10 años que ha sido el que ha cogido la nota.