El 16 de marzo Sundee Rutter de 42 años, perdió la batalla contra el COVID-19 mientras se recuperaba de un cáncer de seno que la había afectado el año anterior.

Lo más lamentable de ello, es que Rutter era soltera, tenía seis hijos y estos tuvieron la oportunidad de despedirse de su madre a través de un walkie-talkie.

Según contó su hijo Elijah Ross-Rutter, él y sus cinco hermanos se despidieron de ella. “Le dije que la amaba … no debería preocuparse por los niños”, dijo a BuzzFeed News.

Tras la pandemia del COVID-19 Sundee fue puesta en cuarentena preventiva, por lo que se comenzó a comunicar con su familia desde fuera de la habitación y a través del celular, siendo esta conocida como uno de los primeros casos en Estados Unidos, registrado el 3 de marzo.

“Ni siquiera querían tocar a mi madre”, señaló agregando que estuvieron cerca de 8 horas para luego ser enviados a su casa. “Ella pensó que tenía gripe, probablemente”, dijo.

Sin embargo, cuatro días después regresaron al hospital, donde decidieron tratarla por neumonía, arrojando al día siguiente positivo para COVID-19.

“Por un tiempo, ella pudo enviar mensajes de texto”, dijo Ross-Rutter, y agregó que le dijo que estaba “mucho mejor” cuando él le preguntó. No obstante, el 12 de marzo los mensajes de texto se convirtieron en respuestas solo con emojis.

GoFundMe
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“Me estaba enviando corazones a los mensajes pero no respondía”, dijo mientras relató que el hospital los llamó el 16 de marzo para que fueran a despedirse de Sundee.

Sus hijos la describieron al citado medio como “amable, hermosa, cariñosa y divertida”, pero sobre todo siempre positiva y dispuesta a anteponerse antes sus hijos entre 13 y 24 años.

Recaudación de fondos

Cuando se conoció la noticia, miles de personas expresaron el apoyo a estos chicos que perdieron a su padre en 2012 y ahora a su madre, a través de GoFund Me donde recibieron más 290 mil dólares.

El hijo mayor de Sundee, Tyree Rutter, de 24 años, reveló que planea usar el dinero para asegurar una vivienda para él y sus hermanos menores mientras completa su último año en la Universidad Central de Washington.

“Es una locura cuánto amor y apoyo hemos recibido de la comunidad”, indicó y agregó que: “De alguna manera muestra el gran impacto que tuvo mi madre en nuestra comunidad”.

“Ella era una supermamá, ¿sabes?” cerró.