En la mayoría de las casas de nuestro país, existen diferentes utensilios de cocina destinados para la limpieza de esta parte del hogar.

Esponjas, escobillas, virutillas y paños son algunos de los implementos que encontramos en el lugar donde cocinamos para mantenerlo limpio.

Sin embargo, muchas veces desconocemos que dichos utensilios contienen más bacterias y microbios de los que pensamos, por lo que representan un riesgo si no se cambian con frecuencia.

De hecho, en 2018 un grupo de investigadores de la Universidad de Mauricio dio a conocer que existen diferentes factores que fomentan el crecimiento de los patógenos en los trapos de cocina, que van desde la dieta del grupo familiar, hasta las condiciones higiénicas.

Para llegar a dicha conclusión, los investigadores analizaron 100 estropajos y paños luego de ser utilizados durante un mes. Posteriormente, cultivaron las bacterias y las identificaron, descubriendo que el 49% de los trapos analizados tenían un importante crecimiento bacteriano.

El equipo de investigadores logró concluir que las bacterias coliformes, como la E.Coli y las ‘Enterococcus spp.’, son las más comunes, junto con la presencia de estafilococo áureo en un 14,3% de los paños analizados.

Bacterias en los paños de cocina
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Es por ello, que expertos aseguran que lo ideal es tener este tipo de implementos destinados a diferentes áreas de la cocina, junto con mantenerlos secos y no hacer de ellos un cultivo de bacterias. Así lo aseguró el científico Paul Dawson a CNN. “Hay que cambiar de trapos cada pocos días. Si tienes varios, mete uno en la lavadora y continúa secando con el siguiente”.

Por lo anterior, la solución es utilizar toallitas húmedas desinfectantes en las superficies, ya que tienen cloro entre sus componentes. Según explicó el doctor Claudio Figueroa a LUN, lo ideal es dejar secar luego de su uso y lavarse las manos posteriormente. “Lo que muchos hacen es pasar estas toallitas y secar de inmediato con otro paño. Eso es un error”, cerró.