“Mi ángel, mi orgullo se fue a las estrellas. Tú que soñaste con viajar por el mundo, ahora emprendiste un viaje muy largo”. Con estas palabras Laurence Hennuy despidió a su hija Maëlle, quien falleció hace unos días en Bélgica, producto de un shock tóxico.

La adolescente de 17 años fue víctima de este síndrome, asociado al uso de tampones, ya que la sangre e acumula en dicho elemento, pudiendo servir como medio de cultivo para bacterias, lo que finalmente la llevó a la muerte.

Si bien la joven fue derivada al hospital, no fue diagnosticada a tiempo, ya que en un comienzo se creyó que era una infección gastrointestinal.

El médico de guardia le diagnosticó gastroenteritis. La temperatura no bajaba y mi niña no podía levantarse a causa de sus mareos. La presión estaba muy baja. Cuando llamamos a la ambulancia, la llevaron al hospital y también le diagnosticaron gastroenteritis nuevamente. En ese momento ella ya estaba severamente deshidratada”, indicó al medio local RTBF.

Sin recibir el tratamiento correcto, la salud de Maëlle se deterioró rápidamente, por lo que llevada hasta la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en donde lograron diagnosticar la enfermedad, allí descubrieron que no se trataba de una gastroenteritis, si no de un shock tóxico debido a un tampón. Pero ya era tarde, porque falleció dos días más tarde.

Esta enfermedad, según consigna el medio argentino La Nación, es causada por bacterias comunes: estaphilococos aureos. Si un tampón se mantiene por más de 4 horas, que es el tiempo recomendado, estas bacterias pueden producir toxinas.

Una patología que, según una investigación de la Universidad de California, afecta a una de cada 100.000 personas, ya que tanto mujeres como hombres y niños de todas las edades, pueden sufrir esta afección.