Fue exactamente hace tres años que un sujeto llamado Kenny Dunn tocó fondo: su alcoholismo lo había afectado tanto que su familia estaba siendo dañada. Por lo mismo, quiso hacer un cambio para bien, y así definitivamente dejar de beber.
De hecho, compartió su proyecto en la red social Imgur, que consistió en fotografiarse cada cierto tiempo desde el día que dejó el alcohol. Como el resultado se volvió viral, también su historia.
Kenny comenzó a beber cuando ingresó a la universidad. Lo que inició como algo ocasional, terminó en una adicción. Sufría vergüenzas cuando iba a eventos sociales o familiares e, incluso, constantemente le decía cosas hirientes a su esposa.
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“Me desmayaba y discutía con ella y luego venía a verla, estaba allí parada llorando y no tenía idea de cómo se puso así (…) Estaba arrepentido, pero ni siquiera sabía lo que hacía. Era casi como si otra persona me estuviera controlando”, explicó este oriundo de Vancouver, Canadá, al portal BestLife.
“Estaba tomando de 12 a 24 tragos todos los días y me emborrachaba tres o cuatro veces por semana. Sabía que necesitaba ayuda, pero no sabía qué hacer”, recordó este trabajador, antes de hablar del día que tocó fondo.
El 01 de noviembre de 2016, luego de acostar a su hijo, decidió tomar 3 cervezas. El problema fue que bebió 19 latas en tres horas. En ese momento se percató que no podía controlar su vida; al día siguiente se tomó una selfie, y evidenció lo triste que se veía.
“No me importaba si vivía o moría. Me miraba en el espejo y deseaba no estar borracho. Me sentía muy solo, porque sentía que nadie entendía por lo que estaba pasando”, dijo Dunn. Si bien en muchas otras ocasiones decidió dejar de beber, esa vez fue distinta: “Conocí a una amiga que estaba en recuperación, y le envié un mensaje de texto y le dije que necesitaba ayuda de inmediato”.
Fue así como Kenny Dunn llegó a Alcohólicos Anónimos, lo que le cambió la vida, y eso se notó en las fotografías que se fue sacando con el correr de las semanas. Inició el conocido programa de 12 pasos, que lo ayudaron a confrontar algunas de las causas de su adicción. Sumado a esto, obtuvo las herramientas para enfrentar los problemas que fueron surgiendo, para evitar recurrir al alcohol.
Con esta red de apoyo, este canadiense cambió su vida, su físico y su cara. De hecho, cuando mira la primera selfie que se tomó cuando inició todo, 24 horas después de haber bebido por última vez, se sentía enfermo: “Esa primera semana, sentí que había salido de una mala relación. Lo peor había quedado atrás”.
Hace poco cumplió tres años sobrio, y ahora reconoce que sus selfies muestran algo completamente distinto. Incluso, logró bajar casi 30 kilos durante todo el proceso.
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“Me gusta la persona que miro en el espejo. Siento que tengo todas las oportunidades en el mundo. Todos los días parecen llenos de posibilidades, mientras que antes, una vez que tomé ese primer trago, el resto de mi día estaba comprometido a beber”, expresó Dunn.
Si bien sus fotografías se han convertido en un ejemplo en redes sociales, para él son como un recordatorio para siempre seguir mejorando: “Me gusta mirar a esa persona en la foto de 24 horas, porque esa era la persona que veía todos los días. Pero ahora sé que hay tantas personas que están dispuestas a ayudar, al igual que yo”, cerró.
