Probablemente muchos se han hecho la pregunta de cuántas veces se debe dar vuelta el colchón sin llegar a un conclusión exacta.

Y es que hasta los mismos ‘expertos’ que los venden llegan a un consenso e incluso aseguran que existen nuevos modelos con los que ni siquiera es necesario darlo vuelta.

Sin embargo, esto no es así. Porque más allá de la tecnología con la que estén confeccionados para asegurar un buen descanso, los ácaros y bacterias no discriminan, por lo que es fundamental un buen aseo.

Y es que estos parásitos dejan fétidos hedores producto de sus heces, los que obviamente se suman a nuestros propios fluidos corporales como el sudor y la humedad.

Respecto a esto, el doctor en Biología Celular y Molecular e investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. Central, Christian Palavecino, aseguró a Las Últimas Noticias que toda esa materia orgánica queda impregnada en la textura de los colchones, lo que sirve de alimento para bacterias, hongos y ácaros del polvo, que “se alimentan de la queratina de la descamación de la piel”, por ejemplo. Y su descomposición es lo que provoca mal olor.

Un aspecto en el que concuerda la doctora en microbiología Annette Trombert, directora de la Escuela en Biotecnología de la Universidad Mayor, y agrega: “También está la descomposición propia de los residuos fisiológicos (sudor, saliva, orina) que generan el olor rancio que muchas veces se huele en colchones viejos. Mientras más húmedo es el ambiente y menor sea la higiene, mayor probabilidad que esto ocurra”.

El diario nacional consultó con los expertos sobre qué medidas tomar para evitar esta desagradable situación, de lo cual se desprenden algunas recomendaciones.

1.- Lo principal es ventilar y exponer al sol diariamente

“La ventilación mantiene secas las fibras, disminuyendo la actividad metabólica de los microorganismos”. Asimismo, la luz solar actúa como bactericida, aseguró Palavecino.

2.- Bicarbonato y vinagre para neutralizar a los bichos

Esta mezcla ayuda a remover la materia orgánica y, de paso, elimina a estos parásitos. Lo ideal es, en un aspersor, disolver tres cucharadas de bicarbonato en 500ml de agua, agregar 5ml de vinagre blanco y rociar el colchón.

3.- Limpieza profunda cada seis meses

Trombert recomienda lavar el colchón con una solución jabonosa y dejar airear, ojalá, al sol hasta que se seque.

4.- Usar cubrecolchón y lavarlo una vez por semana

Tanto el cubrecolchón como las sábanas se deben cambiar y lavar una vez a la semana, advierte Trombert, agregando que cada vez que se haga la cama, airear al menos por media hora el colchón y las sábanas, ojalá al sol y al aire libre.

5.- Darlo vuelta cuatro veces al año

Por útimo, Palavecino indica que voltear el colchón periódicamente “permite descansar a la superficie en contacto con la piel y que no se siga acumulando materia orgánica”.

Eso sí, lo ideal sería limpiar ese lado antes de darlo vuelta.