Este 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el fin de hacer visible una situación que está latente en nuestro país y en el mundo.

En Chile, el suicidio figura como la segunda causa de muerte entre adolescentes, un tema que debería ser abordado con políticas de salud mental que poco se ven hoy en día. Sin embargo, en el día a día nosotros también podemos aportar estando atentos, por ejemplo, a ciertas señales.

En Página 7 conversamos con el psicólogo de la Clínica Vespucio, Jorge Pantoja, quien sostuvo que el tema “es bien ambiguo, porque hay distintos tipos de suicidas, diversas motivaciones para el suicidio. En general, los datos de alerta son aislamiento social; si son pacientes con algún tipo de trastorno psiquiátrico, estar atento al cambio de la medicación o una depresión mayor. Algún trastorno que sea antisocial, esquizofrenia en algunos casos. También etapas transicionales de la adolescencia, en general crisis vitales. Y no siempre son muy visibles”.

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En esa misma línea, sostuvo que “algunos suicidios son orientados para suprimir un dolor, por ejemplo, una enfermedad terminal. Entonces hablamos de un tipo de suicidio distinto. Otros son en un rapto emocional incontenible o algún tipo de delirio, de manera que no siempre las señales son muy claras”.

Medidas que se deben tomar

El psicólogo señaló que lo “primero que tenemos que tener es una salud mental accesible a todo el mundo. Que no esté contaminada con el prejuicio, ese que señala que los ‘locos’ van al psicólogo. Hay una serie de opiniones que marginan a la población del acceso a un servicio, que además es costoso”.

A lo anterior, añade que “las tareas preventivas de salud mental, como la conmemoración del Día del Suicidio, me parecen extremadamente importantes, porque nos recuerda un asunto pendiente, un tema al que personas, comunidades y grupos organizados tienen que prestar atención, ya que en Chile crece el suicido”.

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En cuanto al círculo cercano, Pantoja fue enfático en precisar que siempre hay que estar atentos a la realidad de los otros, cuidarlos. “Normalmente quien se va a suicidar de algún modo lo expresa siempre. De alguna forma transmite la idea de que esto va a ocurrir. Ejemplo: en el caso de las mujeres, en algún tipo de suicidio, se arreglan especialmente. .. pero es tan incierto”.

En datos generales, dice que “por supuesto que los factores depresores hay que considerarlos: precariedad laboral, cesantía, enfermedades crónicas invalidantes y deteriorantes de manera creciente. Crisis emocionales por ruptura de pareja. Todos estos son indicios que tienen que decirnos: ‘Ok, mira al otro y preocúpate por él’”.

¿Qué hacer cuando notamos algo extraño en las personas que nos rodean?

Pantoja precisó que en este tipo de situaciones, “la mejor ayuda es hablar directamente con la persona que pensamos que va a cometer el suicidio”.

El experto sostiene que lo mejor es decirle: “‘No sé, tengo la impresión de que estás mal. ¿Qué puedo hacer para ayudarte?’. Inmediatamente adherir y no criticar, en ningún caso hay que juzgar, porque nunca sabemos el motivo del suicidio”, finalizó.

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