Joana Nagnug saltó a la palestra durante el pasado, luego que una mujer la denunciara por mensajes de connotación sexual a su hijo de 13 años.
Durante septiembre, Carolina la madre del menor revisó su celular, encontrando conversaciones de WhatsApp, con connotaciones sexuales entre su hijo y la docente.
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De esta forma, Carolina se hizo pasar por su hijo para recabar más información respecto a la relación que sostenía con su maestra e incluso le solicitó una imagen suya y pactó un encuentro con ella.
En las conversaciones salían a relucir frases como “te quiero a vos, besarte todo” y “en la esquina por Pellegrini. Espérame ahí y nos tomamos un taxi, yo pago, vos no te preocupes”.
Con esta información, Carolina se dirigió hasta la justicia argentina para presentar la denuncia, la cual tuvo un efecto inmediato, ya que expulsaron a Nagnug de manera inmediata del establecimiento.
Las pruebas en su contra eran irrefutables, pero aún así ella lo negó todo, por lo cual el proceso se extendió por cerca de 11 meses.
Llegó la condena…
Reza el dicho que la justicia tarda, pero llega. Fue el pasado viernes que la jueza Hebe Marcogliese condenó a la profesora a pagar una insólita multa de 600 pesos argentinos al menor de edad, es decir, algo así como 7.800 pesos chilenos, según indica el sitio Crónica.
Asimismo, fue sentenciada a una pena de cárcel por un año, la cual no deberá cumplir necesariamente, siempre y cuando se realice una serie de requerimientos, ordenados por la justicia trasandina.
¿Cuáles serían estos? No acercarse a la víctima a menos de 200 metros, realizar tareas comunitarias sin goce de sueldo en una iglesia por el delito de Grooming y presentarse una vez al mes ante el Servicio Post-Penitenciario.
Por último, la familia del niño se mostró disconforme con la pena de Nagnug, ya que, según ellos, podrían haber causado un daño irreparable contra el alumno, pero la defensa de la mujer indicó que la condena era justa, ya que nunca se materializó un encuentro entre ellos.
De todas formas, la docente no podrá volver a realizar clases dentro de Argentina nunca más.
