Chile está dentro de los 5 países de la OCDE con jornadas de trabajo más largas. Por este motivo se propuso un proyecto de flexibilidad laboral, para reducirla de 45 a 40 horas.

En este contexto, el Doctor Hernán Sandoval, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Américas e impulsor del Plan Auge, conversó con Página 7 y explicó los beneficios que tendría para los trabajadores la reducción de la jornada de trabajo.

“Es ventajoso porque en Chile predominan las enfermedades crónicas no transmisibles, vinculadas a una situación de estrés. Esto significa una tensión en el organismo, que se manifiesta de diferentes maneras”, detalló el especialista.

De este modo, enumeró algunas de las patologías que se desarrollan debido a la sobrecarga laboral, y que podrían evitarse con la reducción de la jornada laboral: “Estados inflamatorios que pueden afectar las articulaciones; hipersecreción gástrica (gastritis, úlceras, etc) e hipertensión producto de la presión arterial. Además, trastornos del metabolismo, depresión y ansiedad“, enumeró.

Contexto Pixabay
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El estrés se produce principalmente porque las personas carecen de autonomía. Es decir, porque “no eligen su horario de trabajo, no eligen los barrios donde viven (…) Tienen muy poco espacio de elección, y las enfermedades crónicas tienen un aspecto social muy claro”, precisó.

Según su explicación, actualmente el grado de autonomía de las personas y las posibilidades de enfrentar el estrés, son muy bajas. Por este motivo, disminuir la jornada laboral permitiría emplear el tiempo restante en algunas actividades beneficiosas:

1. Actividad física: cerca del 90% de la población es sedentaria.

2. Vida asociativa: “Que las personas puedan vincularse con sus vecinos, con el sindicato, juntarse con los amigos”, relató sobre los sistemas de interacción con otros sujetos.

3. Vida familiar: actualmente existe poca comunicación con los parientes y generalmente las personas se encierran en sí mismos.