“El 37% de los chilenos considera que un grato ambiente laboral es un factor fundamental para lograr la felicidad en el trabajo”.

Las cifras son del grupo Adecco, en un estudio realizado en Chile en 2017, pero que cada vez parece cobrar mayor relevancia.

¿A quién le gusta estar en un trabajo donde no te sientes cómodo? Cuando no existe el mejor ambiente, las 8 o 9 horas diarias parecen una eternidad. Así lo cree al menos Robert Half, empresa de reclutamiento y selección de personal que presta servicios en nuestro país.

De todas formas, por mucho que la cultura organizacional de una empresa propicie este grato clima entre los trabajadores, siempre existirán personas con la capacidad -y a veces el ánimo- de arruinar una sana convivencia en un equipo de trabajo.

“Es imprescindible deshacerse de ellos cuanto antes”, señalan desde la mencionada firma, puesto que algunos son tan “tóxicos” que pueden dañar la permanencia de buenos trabajadores e incluso la productividad de una compañía.

¿Cómo identificar a estos individuos? A partir de un comunicado en su sitio web, Robert Half identifica a tres perfiles comunes.

El “Imprescindible”

Por una circunstancia u otra, hay personas que pasan a ser más relevantes en el desempeño de una determinada función. Esta posición puede generar una sensación de privilegio malentendida que puede afectar negativamente a una empresa.

Dicho “status” puede ser utilizado para obtener ventajas sobre sus compañeros o para intentar recibir tratos preferenciales y muchas veces derivan en que se sienten con el derecho de tomar determinaciones que no les corresponden o dar órdenes, generando la molestia generalizada del resto.

mal clima laboral
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El “Chismoso”

Los rumores son una de las formas más eficaces a la hora de quebrar un ambiente laboral armonioso. Y hay personas con habilidades naturales para crearlos y esparcirlos.

Siempre emiten comentarios incisivos y se muestran descontentos, ante cualquier tema, como por ejemplo, el horario de la jornada, las actividades recreativas o un acuerdo salarial.

Su labor principal pasa a ser la elaboración de intrigas y discordias de todo tipo al interior del equipo de trabajo, por lo que sus quehaceres profesionales quedan en un segundo plano.

El “Indisciplinado”

No sigue las reglas y toma sus propias decisiones, para las cuales muchas veces no está autorizado. Es decir, hace las cosas como se le da gana, ya que no sabe seguir una disciplina de trabajo.

Si es una empresa en donde se realizan actividades de riesgo físico, pueden provocar accidentes donde ellos mismos o sus colegas pueden resultar afectados. Si es una compañía que se centra en la atención a clientes, por lo general por este tipo de personas, se suelen perder muchos de ellos.

Una de las cosas más complejas de tener este tipo de personas dentro del equipo, es que puede ser un -mal- ejemplo de conducta, que irá haciendo na bola de nieve dentro de la empresa.

¿Tienes alguno de estos perfiles dentro de tu empresa?