“¿Los asesinos nacen o se hacen?”. Esta es la pregunta que ronda en la sociedad, al ver en los medios de comunicación los macabros crímenes que acontecen a nivel mundial.

En este contexto, la ciencia ha determinado que existe un factor común entre las personas que son capaces de matar a otros a sangre fría. Se trata de la modificación de un gen que incidiría en la conducta violenta de una persona.

Así lo comprobó un estudio realizado en la Universidad rusa de Novosibirsk, en colaboración con la Academia de las Ciencias de Rusia y publicado en la revista científica Journal of Criminal Justice.

La investigación fue realizada en 150 criminales rusos, 85 de los cuales fueron condenados por asesinato y 65 por lesiones graves. Tras hacer un análisis genético de estos sujetos, se estableció que precisamente todos ellos tenían la misma modificación en uno de los 5 genes que posee el ser humano.

Se trata del gen receptor de dopamina conocido como DRD4 (localizado en el cromosoma 11) y cuya función es hacer que la persona pase de un estado pacífico a uno violento. Así, este se relaciona con diferentes fenotipos conductuales y trastornos, entre los que se encuentran la disfunción del sistema nervioso vegetativo y la esquizofrenia.

Contexto|  Pixabay
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Cabe señalar que el sistema de neurotransmisión dopaminérgico es uno de los más importantes en el sistema nervioso central, ya que está involucrado en los procesos de la cognición, la conducta y las emociones.

“Se ha postulado que los receptores a dopamina pueden estar asociados a un tipo de disfunción relevante para la manifestación de la etiopatogenia de los padecimientos psiquiátricos como la esquizofrenia y la depresión”, detalla una investigación realizada por el Departamento de Genética Psiquiátrica del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente de México.

Si la persona además consume alcohol y/o cocaína, se produce una “explosión” de dopamina, lo que evidentemente podría impulsarlo a cometer un crimen. En este plano, el estudio antes mencionado, plantea que esta modificación en el gen está presente con mayor frecuencia en individuos con predisposición al consumo de drogas.

Contexto Pexels
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Además puede ser influenciada por factores sociales y está asociado a los “pacientes con el trastorno obsesivo compulsivo, con tics comórbidos y en sujetos que muestran rasgos de gran impulsividad”, precisan.

Dentro de las otras características de esta modificación, señalan que generaría alucinaciones, delirios, y pérdida del contacto con la realidad, en pacientes psicóticos. En estos casos, existen terapias y tratamientos farmacológicos para la reducción de la agresividad y el comportamiento violento.