¿Te ha pasado que estás en una entrevista y te preguntan: ¿cuáles son tus virtudes y defectos? Se trata de una de las interrogantes típicas de los reclutadores, para saber el nivel de autoconocimiento de los candidatos a un trabajo.

No todos saben cómo reaccionar ante estas interrogantes que son de lo más frecuentes en estas instancias. Algunos pueden salir airosos, mientras que otros tiene serias dificultades para responder correctamente.

Es importante que las personas puedan ser conscientes y saber reconocer sus puntos fuertes y débiles, ya que esto ayuda a ir mejorando. Además, hoy las empresas se caracterizan por tener una cultura organizacional, por lo que cuando entrevistan a personas suelen buscar a profesionales que congenien con ella, y así lograr una mejor adaptación”, explica Bernardita Espinoza, consultora senior de Recursos Humanos de Michael Page.

Respecto a si un profesional no considera que tiene defectos -o no quiere confesar que es poco puntual o desordenado- la experta agrega que no significa necesariamente que lo dejen fuera del proceso, pero que en general, demuestra que se trata de una persona con bajo nivel de autoconocimiento y autocrítica.

“Genera una imagen negativa y de poca credibilidad. Es importante que el candidato pueda reconocer que tiene debilidades ya que es algo completamente humano, no somos perfectos, por lo que ir reconociendo este tipo de cosas genera mayor credibilidad de la persona”, añade.

Por lo mismo, la experta aconseja siempre ir preparados a las entrevistas, para así no estar improvisando. “Hay que tener claridad de que las debilidades son relacionadas al área laboral y no a debilidades de la vida personal”, dice.

Asimimo, añadió que “se debe tener claridad de las competencias relacionadas al puesto de trabajo, al cual se está postulando, para que las debilidades mencionadas no sean lapidarias para la persona y finalmente, lo dejen fuera de la postulación”, expresa.

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Sugerencias para sortear estas incómodas preguntas

Bernardita Espinoza sugiere que siempre cuando se menciona una debilidad, se debe contar cómo se está trabajando en ella. Para ello, entrega tres ejemplos, que podrían ayudar a enfrentar la pregunta sobre los defectos, y de esa manera, avanzar en los procesos de reclutamientos:

Soy una persona desorganizada, pero estoy aplicando ciertos métodos para organizarme mejor. “Las empresas valoran que las personas sean organizadas, ya que se relaciona con temas de productividad y orientación a la tarea. En general, contar tácticas o métodos que se utilizan para mejorar es bien visto por el entrevistador”, indica la experta.

Soy una persona muy impuntual y hoy he mejorado en ese aspecto. “Es algo que le pasa a muchos, pero muestra tu preocupación por cumplir con los horarios y tiempos, y sobretodo entender las agendas de las personas”, dice.

Me cuesta el trabajo bajo presión, porque me inmoviliza o me genera ansiedad. “Hoy en las empresas es algo bien común y que a varios nos complica. En esta parte, es importante tener ejemplos sobre situaciones bajo presión y cómo han podido sobrellevarlas de mejor manera”, concluye Espinoza.