¿Cuántas veces nos hemos quejado de algo sin importancia? Cientas. O, ¿cuántas veces hemos desistido de algo, sin siquiera intentarlo? Muchas. Por lo mismo es que el caso de Poulette Reinoso llama la atención.

Esta joven de 26 años nació con una extraña enfermedad, denominada fémur corto congénito triangulado, que es una alteración del fémur que va desde un acortamiento mínimo hasta una ausencia total, así como las modificaciones en su forma en sus distintas zonas.

“En mi caso la diferencia fue de ocho centímetros menos de una pierna con la otra”, cuenta Poulette a Página 7, quien desde pequeña no ha podido llevar una vida con total normalidad.

El síndrome de fémur corto es un tipo de malformación congénita poco frecuente que estaría vinculado a ciertas alteraciones cromosómicas, sobre todo al presentarse en segundo trimestre, aunque es todavía un tema en discusión”, explicó a nuestro medio el doctor Jean Romagnoli, especialista y docente de la facultad de postgrado de la Universidad de Santiago.

Esta condición, si bien no es tan frecuente, se encuentra presente en nuestra sociedad, abarca una incidencia cercana al 5% y su tratamiento requiere de intervenciones quirúrgicas y prótesis.

Existe una operación denominada cirugía de alargamiento de extremidades con fijadores que permite que esta condición pueda ser corregida de manera más satisfactoria en casos importantes. La prótesis también forma parte de los métodos y muchas veces se utilizan ambas técnicas”, sostiene el experto.

Algo que Poulette vivió en carne propia, ya que desde su nacimiento se ha sometido a 13 operaciones para remediar esta malformidad. “Fue un proceso que pensé no iba a terminar nunca. Mi primera cirugía fue a los cinco años y desde ahí no paramos más. Mi vida se ha basado en operaciones y recuperaciones”, confiesa.

Bullying y dificultades universitarias

Una de las etapas más complejas con esta condición para Poulette fue la niñez. Esto, ya que recibía burlas de sus compañeros por su pierna. “Los niños a esa edad no miden lo que dicen, de repente pueden decir cosas muy hirientes. Ahora ya está superado, pero sí recuerdo que me hacían sentir muy mal, hasta el punto de llorar”, señala.

A pesar de las dificultades, pudo estudiar en la universidad. Ingresó a la carrera de Química y Farmacia, la cual tampoco estuvo exenta de inconvenientes que sortear. “Me costó mucho el viaje en metro en horario peak desde mi casa en Puente Alto, hasta República: una hora en metro, con dos combinaciones. Mi condición a simple vista no se percibe, por lo tanto no me daban el asiento”, relata sobre esa experiencia.

poulette reinoso niña con muletas
Poulette Reinoso

Con el tiempo su condición ha mejorado, ya que la diferencia entre sus piernas se redujo de 8 centímetros a 2,5, no obstante, aún queda trabajo por hacer.

Tengo la instrucción por parte de mi traumatólogo de tratar de hacer mi vida lo más normal posible y que cuando la artrosis de mi rodilla o cadera  produzcan un dolor insoportable someterme nuevamente a otra operación para colocar una prótesis”, señala.


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Sus padres, sus pilares

Dentro de este período, valora y agradece la labor que han realizado sus padres, quienes han sido su pilar en todo momento. “Vivieron y sintieron mi dolor. Mi padre, por ejemplo, después de no haber dormido en varias horas por su trabajo,  lo llamaba para que se fuera a dormir conmigo al hospital, ahora me siento tan mala, porque tenía que dormir en un sillón para luego ir a trabajar el día siguiente”, manifiesta con algo de pena.

Respecto a su madre, cuenta que “tenía que llevarme la chata para hacer mis necesidades en cama, también lavarme por partes, además de todas las curaciones diarias”.

Sin embargo, destaca que ellos jamás bajaron los brazos y se mostraron optimistas ante la adversidad. “Siempre tuvieron la esperanza que todo mejoraría, en ese sentido mis papás fueron los mejores, no se rindieron nunca, buscaron soluciones por todas partes, de hecho uno de los fierros que me pusieron lo mandaron a buscar a otro país”, relata Reinoso.


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Amor por el deporte y planes a futuro

Con el tiempo, Poulette ha desarrollado un amor por el ejercicio, algo que sin duda la ha ayudado a llevar de mejor forma su vida. “Me gusta entrenar, levantar peso, hacer ejercicio físico programado a mi persona”.

Asimismo, ya tiene planes a futuro, tanto profesionales como personales. “Quiero independizarme, tener alguna farmacia y manejarla desde afuera, ya que me gustaría viajar”, reconoce.

poulette reinoso es amante del ejercicio
Poulette Reinoso | Instagram

Además quiere retomar la música, una de sus pasiones que había dejado de lado, para dedicarse a sus estudios. “Hace 10 años atrás hacía rap, mi vida era eso, pero al momento que entré a estudiar, en el primer ramo que me fue mal, tomé la decisión de dejar de lado esa vida y dedicarme 100% a mis estudios”, expresa.

Por último, envía un mensaje a quienes atraviesan por una condición similar a la suya. “La vida es corta, no pierdan el tiempo preguntándose el porqué de las cosas. Nacimos con pequeñas dificultades pero tenemos todo para ser felices. Todos los problemas que tenemos son aprendizajes para poder levantarnos más fuertes”, cerró Poulette.

Revisa un video que subió la misma Poulette a Youtube, contando su historia: