Conmoción y gran controversia se ha generado en Virginia, Estados Unidos, luego del caso de una perrita perfectamente sana que fue sacrificada y cremada para ser enterrada junto a su dueña.

¡Juntas hasta la tumba! Al parecer ese sería el designio de la mujer antes de su deceso. Según el medio local NBC12, habría dejado expreso en su testamento que Emma, como se llamaba la perrita mezcla de raza Shih Tzu, tuviera ese final.

Una vez que la mujer falleció, trabajadores de un Refugio de Animales de Chesterfield en conjunto con agrupaciones animalistas intentaron convencer a los familiares para que no sacrificaran al animal, pero no tuvieron éxito.

Carrie Jones, gerente del refugio contó: “Sugerimos en varias ocasiones que cedieran a la perra, ya que podríamos haberle encontrado fácilmente un nuevo hogar“, según lo consignado en el mismo medio.

Tras este intento fallido, Emma fue sometida a eutanasia en una clínica veterinaria. Sus restos fueron cremados y sus cenizas depositadas en una urna para ser entregadas al representante de la mujer fallecida para su entierro definitivo.

Otro factor a considerar en esta polémica es que esta práctica no solo es cruel, también, en la mayoría de los casos en Virginia, es ilegal.

Según Larry Spiaggi, presidente de la Asociación de Directores Funerarios de Virginia: “No es legal colocar los restos cremados de un perro, o cualquier animal, en un ataúd y enterrarlos“.

El código 54.1-2310 del Cementerio de Virginia prohíbe que las mascotas sean enterradas con humanos en cementerios comerciales, sin embargo hay excepciones para los cementerios privados y familiares.