“Quiero que me den la autorización para la eutanasia (…) lo único que quiero es descansar, dejar de sufrir, porque ya está bueno, porque es indigno”.
Las palabras son de Jessica Javia, quien tiene 49 años, de los cuales 11 los ha pasado postrada en cama. Esto, debido a una displasia en una de sus caderas, la que tras ser intervenida la llevó a quedar en esta lamentable condición.
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La mujer, que vive en Maipú y se dedicaba a vender ropa americana, sufre de una serie de enfermedades que le provocan fuertes ataques de dolor que la llevaron a solicitar el término de su vida mediante la muerte asistida.
“Yo me arrastro de dolor como un animal en esta cama y eso no es vida para nadie”, dijo la afectada a Ahora Noticias.
En tanto, Carmen Javia, su hermana, dijo que al principio se negó a creer y aceptar la petición de Jessica, sin embargo, al ver su dolor, comprendió su decisión. “Para comprender una decisión como esta hay que vivirla en carne viva. Ella en cualquier momento puede morir por el dolor que siente, de un ataque, pero esa no es la forma que queremos que nos deje”, comentó.
“Ella tiene una hernia, tiene discopatía, tiene artrosis en la columna, artrosis en la rodilla, un quiste en la cabeza, tiene miomas, ahora finalmente tiene úlceras. Yo tengo que venir cuando ella está con dolores”, expuso la mujer sobre las dolencias de su hermana.
¿En qué está el Proyecto de Ley de Eutanasia?
Este caso tiene un impacto particular, debido a que en Chile justamente se discute el Proyecto de Ley de Eutanasia, impulsado por el diputado Vlado Milosevic.
El parlamentario señaló que “ella estaría en la causal número 2. Además, se le hizo un diagnóstico por un psiquiatra, en donde está en buen uso de sus facultades mentales, está lúcida, por lo tanto tiene discernimiento para tomar una decisión como esta“.
El caso de Jessica es uno de tantos que se esperan resolver, luego del fuerte debate por una muerte digna que se ha instalado en nuestro país y ahora con mayor intensidad, tras la aprobación por parte de la Comisión de Salud, del Proyecto de Ley de Eutanasia.
De acuerdo a la discusión de los parlamentarios, esta práctica podría realizarse en tres causales: tener una enfermedad terminal, que la condición del paciente le esté generando sufrimiento psicológico y por último, presentar un sufrimiento físico intolerable (disminución avanzada o reversible de sus capacidades), que sería la situación de Jessica.
Recordemos que en cinco países del mundo la eutanasia es legal (Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Colombia y Canadá), mientras que el suicidio asistido se permite en 10 países, sólo en cinco de ellos aplica el concepto de dolor.
