Cuando la colombiana Mónica Vega tenía 7 meses de embarazo, el médico Miguel Parra observó algo extraño en su ecografía. En la imagen se veían dos cordones umbilicales. Sin embargo, no se trataba de mellizos, ni de siameses.

Lo que podría haber sido un motivo de celebración, se convirtió en un proceso de incertidumbre y agonía. El bebé que estaba esperando en su interior, tenía un “gemelo parásito” o fetus in fetu.

“Estos dos bebés se formaron de forma asimétrica. Es decir, está embarazado de su hermano gemelo, porque lo lleva dentro de su abdomen (…) No tiene cerebro ni corazón. Se alimenta a través de un cordon umbilical”, explicó el especialista, al programa colombiano Los Informantes.

“Nunca lo había escuchado en mi vida, yo quedé impresionada. De tantos embarazos, que le pase a uno, no es normal”, lamentó la madre.

Captura Youtube
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Ante esta compleja situación, la única solución que podían darle a la madre, era que una vez nacida su hija, le realizaran una cirguía para sacarle a su hermana de adentro.

Captura Youtube
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Fue así como 24 horas después de nacer, la pequeña Itzamara debió ser sometida a una cesárea, igual que su madre. La intervención fue todo un éxito para la pequeña, cuyo crecimiento continuará con absoluta normalidad, según indicaron los médicos

Cabe señalar que esta situación ocurre en uno de cada 1.000.000 de nacimientos en el mundo, y esta es la primera vez que se detecta desde el vientre de la madre. “Se han visto casos que son diagnosticados a los 5 o 6 años, como una masa que sigue creciendo en el abdomen”, finalizó el especialista.