47 mujeres murieron en su garras. Es uno de los asesinos seriales más tristemente reconocidos de las últimas décadas y un maniático sexual que quedará para siempre en los anales de la más oscura de Rusia y de la humanidad.

El ex policía Mikhail Popkov, conocido como el hombre lobo siberiano, violaba a sus víctimas para luego quitarles la vida usando los más siniestros métodos, en ‘rituales’ que incluían hachas, cuchillos y hasta taladros.

¿El mayor asesino en serie ruso de la historia reciente?

El impactante número alcanzó prácticamente la media centena hace pocos días, cuando 25 nuevos asesinatos le fueron inculpados, consignó Mirror.

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El pervertido asesino cumple actualmente cadena perpetua por 22 asesinatos de mujeres y acaba admitir su culpabilidad en los casos presentados por los investigadores, que pudieron recolectar datos y pruebas concluyentes.

Pero la horrorosa lista de Popkov no se detendría ahí, ya que la policía aún indaga en al menos una docena de asesinatos que podrían haber sido perpetrados por la bestia de Siberia.

La justicia cree que en realidad el número de víctimas de Popkov es incluso más abultado que el del mayor asesino en serie soviético, Andrei Chikatilo, conocido como ‘El Carnicero de Rostov’, quien fulminó a 53 personas.

Por otra parte, el maníaco de Moscú Alexander Pichushkin, el denominado ‘Asesino del ajedrez’ (porque quería que sus asesinatos igualaran el número de casillas de un tablero de ajedrez, es decir 64), fue condenado por el homicidio de 49 personas, aunque él mismo declaró haber asesinado a 61 personas desde 1992 hasta junio de 2006, cuando fue arrestado.

Según consignó Sky News, Popkov le dijo finalmente a los investigadores que su total de asesinatos entre 1992 y 2007 fue de 81 mujeres, aunque ante los jueces, frente a quienes admitió culpabilidad de todo lo acusado, afirmó que no llevaba la cuenta.

“No puedo decirlo exactamente, no llevé la cuenta. Admito mi culpa completamente, al cometer los asesinatos estaba guiado por mi convencimiento y conciencia interior”, señaló ante la corte, a la que deberá enfrentar nuevamente por los 25 nuevos casos que fueron confirmados por la investigación.

“Encontramos los cuerpos, comprobamos su participación. Cuándo y qué hizo, todo lo dice con claridad. Buscamos evidencia para confirmar sus palabras y muchos episodios fueron confirmados gracias a rastros biológicos y otros coincidían perfectamente con las confesiones y pistas que el condenado entregó”, señaló el jefe de Policía Andrei Bunayev, que agregó que ‘hombre lobo’ coopera con la investigación.

Modus Operandis

Tras su detención en 2012 el hombre lobo declaró ante sus colegas policías investigando el caso que quería limpiar de prostitutas las calles de la ciudad de Angarsk, donde trabaja.

“Les ofrecía a las víctimas llevarlas a sus casas en la noche, en el carro policial, pero en realidad las llevaba a locaciones remotas donde las violaba y luego las asesinaba, dejando sus cuerpos desnudos en los bosques o caminos interiores”, comentó hace algunos meses Bunayev, que además señaló que Popkov reveló los lugares donde escondió los cadáveres.

Ya jubilado Mikail se dedicó a la compra y venta de autos y recorría largas distancias de más de 4 mil kilómetros entre Vladivostok y Angarsk, la ciudad donde hacia sus negocios y donde también asesinaba a las mujeres. De hecho muchos cuerpos fueron encontrados en aquella ruta habitual para el expolicía.

Sus víctimas en general tenían entre 18 y 28 años y eran violentamente asesinadas usando un hacha, un puñal o en el peor de los casos para el psicópata, estranguladas. Una de sus primeras 22 víctimas fue decapitada, mientras a otra le arrancó el corazón. También violaba a algunas de sus víctimas después de quitarles la vida.

Con las últimas confesiones además la historia de sangre se complicó aún más. En un principio Popkov aseguró haber detenido su juerga de violación y homicidio en el año 2000, cuando afirmó sufrir impotencia después de contraer una enfermedad venérea de una víctima, pero esto de manera casi evidente no fue así.

El dolor

Dos de las primeras víctimas fueron Tatiana Martynova, de 20 años, y Yulia Kuprikova, de 19, que fueron encontradas muertes en octubre de 1998, luego de una noche de fiesta.

“El dolor no se va, yo fui quien le dio la entrada a Tatiana para ir a un concierto y la mataron después”, dijo la hermana de la asesinada joven Viktoria Chagaeva, de 49 años.

La esposa de Popkov, Elena, de 51 años, y su hija Ekaterina, de 29 años inicialmente se mantuvieron junto a él, negándose a creer que fuera un asesino en masa.

Elena Popkova
Elena Popkova
Ekaterina Popkova
Ekaterina Popkova

Pero desde su primer juicio que terminó en enero de 2015, se han trasladado a otra ciudad para comenzar nuevas vidas.

La teoría más comentada sobre cómo terminó transformándose en un psicópata, es que sospechaba, sin motivo ni razón, que su esposa lo engañaba, que le era infiel.

“Tengo motivos para sospechar de ella ha dormido con otro hombre. Las mujeres no deben salir por la noche a beber sin sus maridos o novios”, habría señalado en una de sus confesiones iniciales el violador y asesino, cosa que con el tiempo en prisión parece haber olvidado.

“No tenía derecho a juzgar a la gente, a esas mujeres, ni su comportamiento … Me arrepiento”, dijo hace poco el ‘monstruo’.

La Policía rusa tardó más de la cuenta, era imposible sospechar que uno de los suyos era un asesino en serie, para su hija, fue incluso peor.

“No creo en nada de esto, siempre me sentía como ‘la niña de papá’. Caminábamos, me enseñó a andar en bicicleta, íbamos a comprar, me recogía de la escuela. Mi padre no me parece un maníaco”, dijo la joven sobre el violador y asesino que tenía por padre, del que jamás sospechó nada.