La vida del pequeño Kye Vincent (8) cambió totalmente tras ser diagnosticado de una Septicemia Meningocócica, la que consiste en una infección aguda y potencialmente mortal del torrente sanguíneo, de acuerdo a MedlinePlus. Y como consecuencia de esto, perdió sus dos piernas, la totalidad de su mano izquierda y la mitad de la derecha.
El primer síntoma del pequeño fue un intenso dolor de cabeza, sin embargo, nadie le dio importancia porque jamás imaginaron la gravedad de la situación. No fue hasta que se presentó una intensa fiebre, que los padres sospecharon que se trataba de Meningitis. Inmediatamente llamaron al 911 (urgencias) para llevarlo al hospital.
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“Fue horrible, nuestro hijo parecía que hubiera sido brutalmente golpeado, gritaba de dolor“, dijo su papá al medio inglés Daily Mail. Ya en el hospital, los médicos le explicaron la gravedad de la situación a sus padres, diciéndoles que lamentablemente debían amputar algunas extremidades.
Actualmente, Kye se encuentra estable y en rehabilitación para aprender a vivir con su discapacidad. De acuerdo a la información entregada por el diario británico, su madre Cheryl Vincent comentó que “él recién aprendió a escribir de nuevo y por ahora sólo va a la escuela dos veces a la semana“.
Además, el pequeño aprendió a caminar nuevamente gracias a unas prótesis que le entregaron en el centro médico Stoke Mandeville de rehabilitación y físicoterapia, ubicado en Buckinghamshire, Inglaterra.
Cabe señalar, que su familia se mudó a una nueva casa especialmente equipada para que Kye pudiera moverse con seguridad. Mientras tanto, los médicos siguen investigando las causas de por qué contrajo meningitis, siendo que había sido vacunado cuando bebé contra esta enfermedad.
