Teodoro Obiang Nguema, de 74 años, es el presidente de Guinea Ecuatorial, el país más rico de África, donde sin embargo, más de 3 cuartos de la población vive en la miseria.

Obiang se tomó el poder en 1979 tras derrocar y asesinar a su tío Francisco, quien a su vez había asesinado a gran parte de su familia, sin embargo, con el paso de los años, ha ido validando su poder en elecciones democráticas, alcanzando porcentajes de más del 90%, lo que para muchos es sospechoso, más allá de las supuestas misiones de observadores internacionales que las han certificado.

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Pero, más allá de su popularidad virtual o no, lo cierto es que es uno de los presidentes o dictadores más temidos. Estafas, corrupción, abusos y miles de violaciones de los derechos humanos y asesinatos se le han atribuido a Obiang y su régimen, por parte de instituciones de prestigio como Amnistía Internacional y la propia delegación de derechos humanos de la ONU, organización que sin embargo no ha logrado excluirlo de sus reuniones, no sólo por la ‘legitimidad’ de su gobierno, sino que Guinea Occidental representa una de las mayores riquezas del mundo gracias a sus ‘inagotables’ reservas de petróleo.

Numerosas controversias han tenido al presidente como principal protagonista, así como a su hijo, el segundo a mando, que actualmente enfrenta una demanda por corrupción y blanqueo de activos en Francia.

Numerosas fuentes también relatan del enriquecimiento ilegal de la familia Nguema, pero las últimas revelaciones de parte del principal líder de la oposición, Severo Moto, son realmente impactantes.

Moto, quien fuera señalado por el propio Obiang, como el hombre detrás de una organización internacional, con apoyo de Estados Unidos, Reino Unido y España, para derrocarlo, acusó al jefe de Estado de canibalismo.

Él se devoró un comisario de policía. Yo digo que devoró porque este comisionado fue enterrado sin los testículos ni el cerebro. Él me quiere de vuelta en Guinea …para poder comer mis testículos“, reveló Moto, según consignó Mirror.

Se dice que el presidente come las partes íntimas de sus rivales para ganar poderes y específicamente para mejorar, supuestamente, su rendimiento sexual.

De acuerdo a la misma publicación británica también se ha acusado a Obiang de despellejar a su víctimas vivas y además de comer sus cerebros. Con el paso de los años, especulan, el líder ha comenzado a creer que tiene poderes divinos.

“Él cree que puede decidir matar a alguien sin dar cuenta de nada ni a nadie y sin ir al infierno porque dice que está en contacto permanente con el mismísimo Dios, y es él quien le da todo su poder y fuerza”, señaló un excolaborador que, por motivos obvios, reservó su identidad.