Una empresa francesa diseñó un bikini conectado a un “smartphone” que avisa cuando hay que volver a ponerse crema solar, una primicia que se suma a la larga lista de objetos de uso corriente conectados, como el cepillo de dientes o las zapatillas deportivas.

Este bikini, dotado de un sensor que mide la radiación ultravioleta, es fabricado a medida y se vende exclusivamente a través de internet por la suma de 149 euros (unos $105.000).

“La idea se me ocurrió de repente en la playa, cuando vi a alguien que se había quemado con el sol”, explicó Marie Spinali, directora de la empresa Spinali Design, radicada en Mulhouse, este de Francia.

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“Pensé que si existían macetas que avisan cuando las plantas tienen sed, también podía inventarse algo que advirtiera cuando el sol golpea muy fuerte”, agregó Spinali, que espera vender más de mil de estos trajes de baño.

El sensor del bikini mide la radiación ultravioleta y transmite la información al teléfono móvil o a una tablet, donde una aplicación la analiza en función de los datos sobre el tipo de piel de la persona y el nivel de bronceado que desea.

Con esta información la aplicación emite una “alerta de protector solar”, que también puede ser enviada al teléfono de un tercero, para que éste se encargue de esparcir la crema.

“Cuando la gente piensa en colocarse protector solar, muchas veces ya es muy tarde, ya han sufrido quemaduras”, advierte Spinali.

Para la doctora Claudine Blanchet-Bardon, vicepresidenta de la asociación francesa de dermatólogos, el producto es interesante ya que “cualquier cosa que prevenga a la gente sobre la exposición a los rayos UV es buena”.

Sin embargo, para Blanchet-Bardon el hecho de que la prenda sea un bikini no envía un mensaje adecuado.

“La mejor protección contra el sol es no exponerse, es quedarse vestido”, agregó la especialista, que todos los años organiza una jornada para la prevención del cáncer de piel.

La empresa también está trabajando en un proyecto de prendas para niños que incluyan un geolocalizador, para que los padres puedan rastrear a sus hijos en la playa.