El 13 de febrero, en el Registro Civil de Quillota se llevó a cabo un inusual matrimonio civil. Con ramo de rosas y una máscara de mono llegó el novio hasta el lugar. Su esquiva prometida, Fresia Olivares (47) tardó 13 años en darle el “sí” y él se tomó muy a pecho el seudónimo que le pusieron de niño y que ella repite: “monito”.

“Yo veo entrar a un mono. Miraba y miraba y él me dice ‘dame un beso’ y no le reconocí la voz por la máscara. Y ahí me dijo algo que sólo sabíamos nosotros dos y yo al tiro le di un beso”, declaró Fresia al diario La Cuarta.

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El hombre tras la máscara era Gastón Fort (43), quien sorprendió a todos con su pinta, ya que este guardia de banco es conocido por vestir más serio: “Para mí ella es todo, por eso quise darle algo único que no olvidará nunca”, afirmó el enamorado esposo.

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Los tortolitos se conocieron en la panadería de Quillota en la que trabaja Fresia. Hasta allá llegó Gastón para comprar pan con chicharrones y coquetearle a esta mujer. Finalmente, su esfuerzo tuvo frutos, consiguió su número de teléfono y comenzaron a salir.

Pronto estaba viviendo juntos, pero por más que este hombre le pedía su mano, ella se negaba. Tras 13 años haciéndose la difícil, le dijo: “Sí, ahora quiero casarme con mi mono”.

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El hombre estaba tan emocionado con su respuesta, que comenzó a urdir su plan”Fíjese que yo soñé que llegaba disfrazado de mono y, por aquí por allá, me coseguí el traje el jueves en la noche. Y después, con el calor que hacía, llegué realmente transpirado como mono”.

“Para mí no fue nada ridículo, fue un acto de amor y abajo tenía listo su traje para casarse”, relata Fresia. Los recién casados pasarán la Luna de Miel en Villarrica y esperan casarse por la iglesia en junio o julio. ¡Felicidades!