Desde que se conoció públicamente el ataque de Nano Calderón a su padre Hernán, Raquel Argandoña guardó silencio varios días hasta que sacó la voz en su programa Bienvenidos a través de una entrevista con Amaro Gómez-Pablos.
Desde entonces, en el programa hablaron prácticamente todos los días del caso que afecta a la familia Calderón-Argandoña, luego que Hernán Jr. fuera formalizado por parricidio frustrado y actualmente cumpla prisión preventiva Santiago 1.
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Mismo escenario es el que vimos en otros matinales y programas como Hola Chile, Mentiras Verdaderas y el último espacio farandulero de la TV Me Late. Y si bien son varios los que en redes sociales han repudiado la defensa cerrada de Raquel a su hijo, hay otros que han solidarizado con su sentir e incluso han lanzado dardos a la prensa y su manera de cubrir este caso.
Uno de ellos es Daniel Valenzuela. El comunicador utilizó su cuenta de Instagram para compartir una extensa reflexión sobre su visión de la desgracia que está viviendo la panelista de Bienvenidos.
“De verdad no siento precisamente simpatía por Raquel, tampoco animadversión, pero lo que ha sucedido en los últimos días respecto a la forma que tiene cierta prensa, de cubrir, reportear, y acosar de manera asquerosa a esta mujer (ser humano), no me hace más que empatizar con ella”, partió diciendo el locutor.
“Dirán que Raquel siempre expuso y lucró con su vida personal. Lo justificarán con esa estupidez de que cuando abres la puerta a la prensa, ya no la puedes cerrar o que ella misma es presa de su muy desafortunada frase ‘con plata baila el monito’. Nada de eso les da derecho a ‘revolver la mierda’ de algo tan íntimo y doloroso con su especulación y manoseo“, agregó.
Si bien Valenzuela asegura que entiende que es necesario informar del tema porque involucra una arista judicial, ésta debe ser “prudente, profesional y cuidadosa”, y de ninguna manera transformarse en “acoso periodístico” que, a su juicio, debería estar regulado.
“Varios que estaban del lado de la opinión y festinaban en cada programa con algún dolor familiar ajeno, uno a uno la vida se ha encargado de devolverles cada una de sus palabras y vivirlas en carne propia y ahí se dan cuenta de lo mala clase que fueron (no daré nombres, está claro)”, continuó.
Por último, hizo un llamado a los comunicadores a ser más empáticos con el dolor ajeno y a permitir que “la justicia actúe en justicia”. “Permitamos que la familia sane, aprenda y crezca. Antes de cualquier profesión, somos seres humanos, seamos seres más nobles, más prudentes, y más empáticos con todos. Ha pasado el tiempo, les ha tocado el dolor de vuelta, vivimos en pandemia y no hemos aprendido nada”, cerró.
